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En la actual era digital, las empresas se enfrentan a la necesidad constante de adaptarse y evolucionar para mantenerse competitivas en un mercado en constante cambio. El sector inmobiliario no escapa a esta realidad. La intermediación inmobiliaria es un terreno en constante evolución, impulsado por avances tecnológicos y nuevas formas de comunicación.
Tras un 2022 donde se batieron récords de compraventas en el sector inmobiliario, el 2023 registra en la actualidad una caída en las operaciones de entre el 10% y el 15% con respecto al año anterior. Sin embargo, nos encontramos en el segundo año con más transacciones inmobiliarias de la última década.
En un mundo cada vez más centrado en la satisfacción del cliente, el sector inmobiliario no se queda atrás en su búsqueda constante de ofrecer un servicio excepcional y personalizado. Más allá de la calidad de las propiedades que ofrecen, el verdadero éxito en este campo reside en la habilidad para establecer relaciones sólidas con los clientes.
La aprobación de la Ley por el Derecho a la Vivienda en febrero de 2022 ha sido uno de los aspectos que más ha marcado el desarrollo del sector inmobiliario durante los últimos meses. Esta nueva legislación, junto a otras situaciones como la guerra en Ucrania y la consecuente tendencia inflacionista que ha tenido lugar en España, ha impactado de forma generalizada en el precio de la vivienda.
El sector inmobiliario es uno de los más prometedores en el ámbito de la inversión. No sólo porque proporciona un entorno perfecto para obtener ingresos regulares a partir del arrendamiento de viviendas. También porque, con una buena planificación, es posible comprar inmuebles para venderlos más adelante obteniendo un importante retorno económico.
Los datos de hipotecas del mes de junio publicados por el INE siguen mostrando las consecuencias del COVID-19 también en el mes del desconfinamiento. “Si bien son algo más positivos que el mes anterior, siguen registrando caídas importantes respecto al 2019 y acumulan una caída superior al 8% durante los primeros 6 meses del año. Como consecuencia hay que remontarse al 2016 para encontrar un mes de junio con menos hipotecas inscritas sobre vivienda”, analiza Ferran Font.
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