| ||||||||||||||||||||||
En el evangelio del primer domingo de Cuaresma, la Iglesia nos habla acerca de que Jesús, durante los cuarenta días en los que permaneció en el desierto haciendo ayuno y penitencia, fue tentado por el diablo varias veces y con distintas proposiciones en las que le pedía que demostrase que era hijo de Dios.
En mi artículo anterior me referí a que Dios hizo el mundo bueno y nos dio libertad para que fuera aun más bueno ya que el hombre no estaría fatalmente determinado a seguir una determinada conducta como los movimientos de los planetas o el cambio de estaciones, sino que podría decidir sus propios actos, amar a Dios o negarlo.
|