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Un torturador de toros, Vicente Barrera Simó, es el nuevo responsable de Cultura y vicepresidente de la Generalitat Valenciana por VOX. Y Vicente, cuyo nombre sólo suma uno más entre muchos como él, con su maleta repleta de palas legislativas para desenterrar políticas reaccionarias cargadas de sufrimiento y enterrar avances que tanto ha costado lograr, llegó a esos cargos a hombros de ciudadanas y ciudadanos. Eso es lo más desolador.
Décimas dedicadas a los toreros Enrique Ponce y Finito de Córdoba.
A Curro lo he visto unas decenas de veces en la plaza, otras, muchas más, en la tele. Disfrutando o sufriendo, según el caso. Pero hay una realidad ‘currista’, que viví en la Maestranza picuda de Sevilla hace unos años, que quiero recordar como homenaje cuando el Faraón de Camas acaba de cumplir 88 años.
Ya ha cumplido treinta años de alternativa. Y ahí sigue dando lecciones de seriedad, buen hacer, vergüenza torera y sentando cátedra de una de las profesiones más difíciles y peligrosas relacionadas con el espectáculo que existen en el mundo. Juan Serrano Pineda, Finito de Córdoba, se ha hecho torero a la sombra del mundo de la tauromaquia cordobesa.
Destreza y sabiduría, un capote de etiqueta, filigrana en la muleta.
Un Califa nos llega refulgente, con la fuerza que antaño poseía, pues ya es el quinto de una dinastía, que el jurado ha elegido complaciente. Se introdujo en la “Fiesta” bravamente, y entregó el corazón con bizarría; entrega que tornó en sabiduría, y Pemán lo cantó magistralmente.
Cuando te pasas toda tu maldita vida torturando y matando a seres inocentes debes entender que, muy de vez en cuando, uno de ellos acierte a defenderse y recibas una milésima parte del sufrimiento que tú les causas.Claro, que asistiéndote a ti, canalla indeseable, habrá monosabios y mozos de espadas para distraer al toro si te engancha, para recogerte y llevarte en volandas detrás de la barrera que transforma la cacareada lucha de igual a igual en una puta mentira taurina, tu valor en mierda perforada, el arte en cagarte encima del miedo cuando eres tú el jodido, la cultura en «¡corred por vuestra madre, corred que me muero!», la metáfora de la vida y la muerte en versos mortales para el toro y la ciencia, sin nada poesía y con mucho de medicina para salvar a su torturador, es decir: tú Y después la noticia de "una gravísima cogida" que al final son unos pocos puntos en tu cerebro, perdón, en tu ano quería decir (me confundió la similitud entre ambos) y a las 48 horas el alta médica, pero es que os encanta vender desde los medios afines tragedia humana cuando sólo hay maldad, farsa y un chorrete de betadine en tu esfinter apretado, asesino repugnante.Si es que hasta Gandhi -y mira que tenía flema- te habría soltado una buena hostia, matador.
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