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El momento actual no es más difícil que en otras ocasiones. Por eso, tenemos que aprender a coexistir con los períodos de tribulación, a no desfallecer jamás; porque de la fortaleza de unidad entre todos, se sale siempre reforzado, en la medida en la que estemos dispuestos a aprender la lección. Sólo así creceremos internamente, que es lo que nos ayudará a fraternizarnos.
Necesitaremos tomar aire, pero ningún ser humano por ínfimo que nos parezca, puede hallarse sin perspectiva de camino. Cada continente arropa sus propias esperanzas en la singularidad de la acción cooperante, lo que nos obliga a ir unidos en la diversidad, que es donde verdaderamente está el enriquecimiento de lo trazado.
La penuria más grande de una sociedad, radica en las tremendas desigualdades entre análogos. Por una parte, tenemos ese mundo privilegiado, que del principio al fin lo conforma a su antojo, sumido tanto en el vacío como en el vicio, en el endiosamiento como en la inhumanidad entre sí. Al otro lado, está ese otro mundo hundido en la pobreza y en la mayor de las desdichas; hasta el punto de que la misma sociedad a la que pertenece, lo contamina y lo excluye.
No hay mejor propósito de continuidad existencial que salir de uno mismo, de esos callejones oscuros de intransigencia y odio, que a veces coleccionamos sin darnos cuenta, para verse en los demás y comprendernos. Realmente no es fácil captar la dificultad de ser dueño de uno mismo para poder entendernos.
Ha sido una convivencia digna de ver. Miles de españoles de todas las provincias, ofreciendo lo mejor de su tierra y el mejor deseo para España: la convivencia en la unidad. VOX, no dio, como se diría, la campanada, no, simplemente, abrió 52 folletos con la sencilla historia de cada rincón histórico de nuestro País.
Hermanos y hermanas: sobre todo mucha calma. No nos agobiemos. Tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, sino el mejor. Con unos profesionales que nos los quitan de las manos en otros países por su valía. Nuestros políticos, de momento están teniendo altura de miras. Tal vez porque a todos les está tocando en mayor o menor medida algún caso en su entorno o en sus propias carnes.
Aprender a vivir con las dificultades que ahora tenemos es un camino difícil. Pero lo vamos a hacer.
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