Las enfermedades crónicas, como son las inflamatorias reumatológicas, requieren de un abordaje integral y multidisciplinario que contemple las necesidades reales de los pacientes, como pacientes y como personas, sin dejar que la enfermedad condicione el resto de su vida. Para ello la coordinación asistencial y el acceso a las innovaciones terapéuticas son esenciales. Este ha sido uno de los principales ejes mantenidos en el debate de la I jornada/debate de buenas prácticas: “Abordaje Integral del Paciente Reumatológico”, que ha organizado la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en colaboración con la biofarmacéutica UCB, celebrada este sábado en A Coruña.
Para Javier de Toro, jefe de Servicio de Reumatología del Complejo Hospitalario Universitario de la Coruña (CHUAC) y uno de los directores de esta jornada, “la atención integral pasa por escuchar al paciente y a todos los interlocutores, administración, farmacia y especialistas. Solo si todos hablamos el mismo idioma y utilizamos los mismos recursos podremos mejorar la atención y rentabilizar el sistema”.
“Debemos valorar también la optimización de nuevos tratamientos biológicos que han cambiado la forma en la que atendemos a los pacientes reumatológicos, ya que conseguimos evitar discapacidades y la incorporación del paciente a su vida normal. Pero siempre desde una perspectiva coste/efectividad que permita la sostenibilidad del sistema al tiempo que cubra las necesidades del paciente”, comentó el doctor De Toro.
“La mejor atención es la que se hace cuanto antes, por ello, además de la eficacia de estos tratamientos biológicos, el mayor acierto es el diagnóstico precoz de la artritis. Disponer en los hospitales de consultas específicas de artritis de reciente comienzo como la que se realiza en el CHUAC, son claves para conseguir el éxito terapéutico”, añadió el especialista.
Por su parte, Jesús Sobrino, director general de UCB Iberia, quiso resaltar que: “para UCB, el paciente nos inspira a la hora de innovar y de colaborar activamente con el sistema sanitario. La humanización y normalización de la vivencia de la patología del paciente reumatológico es cosa de todos. Experiencias vitales tan importantes para las personas, cómo es la decisión de poder tener un hijo, son también motor de nuestro proceso de innovación. Esto permite que se humanicen los propios tratamientos biotecnológicos aportando un valor diferencial al paciente y a la sociedad en general. Es clave incorporar a los pacientes en el debate científico, en el proceso de toma de decisión y en la generación de la innovación”.
En este contexto, la jefa de Servicio de Farmacia del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), la doctora María Jesús Lamas, expuso la experiencia de este centro sanitario en el modelo de pago por resultados en Reumatología. A su juicio: “El modelo de pago por resultados surge en un contexto de preocupación por la sostenibilidad del sistema de salud en los que el coste está muy relacionado con la efectividad.
Los modelos de riesgo compartido pretenden gestionar el coste de la incertidumbre sobre su efectividad. Es una forma de aproximarse al coste por valor, pero valor es más que la efectividad de un fármaco, son los resultados que importan a los pacientes, los clínicos, pero también otros más subjetivos pero que condicionan la vida de los enfermos. Ajustar precio a valor requiere conocer la evaluación del paciente, pero de momento estos acuerdos es lo más parecido que tenemos a ‘pago por valor’: si no resulta efectivo, la compañía farmacéutica asume el coste del inicio del tratamiento”.”.
Según su experiencia en este tipo de acuerdos, han constatado que el tratamiento y los protocolos resultan más eficientes. “El objetivo final es buscar el medicamento que ofrezca la mayor seguridad y eficacia”, ha indicado la especialista.
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