No es lógico ni racional que, con casi 300.000 habitantes en el invierno y más de medio millón en el verano, Gijón no tenga salas de cine en el centro. Es realmente algo increíble.
En las últimas décadas han ido cerrando sus puertas: Cinenor/Bulevar y los multicines Hollywood. En 2015 cerraron los Cines Centro. Y ya no hablo de los cines que estaban situados en el puro centro de Gijón: Robledo, María Cristina, Teatro Arango, Hernán Cortés, Goya, etcétera.
Comprendo que la asistencia de público al cine puede haber descendido por diversas causas. Pero eso no significa que no existan todavía muchas personas que desean ir a ver películas en salas que estén situadas a unos minutos caminando desde sus domicilios.
En numerosas ciudades de la geografía española los aficionados al cine no tienen que desplazarse en vehículos a las salas de exhibición, ya que pueden ir caminando tranquilamente. Esto no sucede en Gijón para la mayor parte de su población y, a mi juicio, es irracional.
A esto se añade que la diversidad de largometrajes, al no existir más que una empresa de multicines alejada del centro, es bastante limitada. Además, los espectadores no disponen de una oferta amplia de películas al no haber, al menos, otra empresa de multicines en el centro de la capital de la Costa Verde. Si la hubiera habría más películas y se renovaría la cartelera cinematográfica de Gijón con mucha más rapidez y velocidad. Y habría una competencia sana que beneficiaría también a los espectadores gijoneses y a los que no lo son.
Estoy convencido de que existe una demanda ciudadana en Gijón acerca de la necesidad de que haya salas de cine en el centro de la ciudad. Si bien parece que, de momento, ningún empresario o empresa se atreve a abrir un multicines que atienda los deseos de ver cine de más de 100.000 personas que viven en el centro.
Los actuales cines que están en La Calzada están situados en una zona de Gijón de unos 40.000 habitantes aproximadamente. El resto de la población tiene que desplazarse a ellos en coche o en transporte público debido a la distancia existente respecto al centro. Esto es incoherente utilizando un término suave.
Considero que desde los partidos políticos que están representando los intereses de los ciudadanos en el Ayuntamiento de Gijón deberían tomarse medidas para apoyar e impulsar a empresarios que inviertan en la puesta en funcionamiento de salas de cine o multicines en zonas estratégicas de la ciudad. Si se logra esto será algo magnífico para la ciudadanía y también para el refuerzo de la oferta turística de Gijón.
Si en otras ciudades de tamaño similar a Gijón disfrutan de más cines y mejor situados también los gijoneses deben tener algo similar. Es cierto que con la crisis económica de 2008 las recaudaciones de las taquillas pudieron resentirse. Actualmente, la situación económica parece que no es tan dramática y en cualquier caso, aunque lo fuera, ya que depende de datos e interpretaciones, se puede abaratar el precio de las localidades con distintas promociones y ofertas.
Tal vez se puedan dar ayudas económicas a los empresarios que se decidan a abrir salas de cine en Gijón, en la zona centro. De este modo, se podría hacer rentable la explotación económica de nuevos cines a los que acudiría, probablemente, un buen número de espectadores atraídos por la cercanía, precios asequibles y por la variedad de géneros en las cintas disponibles. Sería un conjunto de ventajas que movería a asistir a los que quieren gozar de la experiencia de ver una película en las mejores condiciones.
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