La tenista alemana Angelique Kerber valoró la importancia de su duro 2017, una mala temporada en la que estuvo lejos de defender el número uno del mundo, para este año poder sacar su mejor tenis de nuevo y conquistar el torneo de Wimbledon, en una final este sábado en la que trató de "no pensar mucho" en Serena Williams. "Creo que sin el 2017 no hubiera podido ganar este torneo. Aprendí mucho del año pasado. Aprendí mucho sobre mí y sobre lo que me rodea. Tienes que pasar por todo, por lo bueno y por lo malo, y después aprender", afirmó tras coronarse por primera vez en la hierba londinense y lograr su tercer 'grande'.
Kerber, que se vengó de la final perdida en 2016 ante Serena, reconoció que tuvo que evitar pensar en la envergadura de su rival, quien buscaba el récord histórico en el 'Grand Slam' de 24 títulos. "Traté de no pensar mucho que estaba jugando una final contra Serena, en una pista Central", dijo. "Son los partidos para los que me he entrenado los últimos meses, para salir a jugar contra las mejores y ganar. He intentado aprovechar cada momento, encontrar motivación después del increíble 2016. Repetir ese año era imposible. Ahora solo intento mejorar, sin pensar mucho en los resultados", finalizó.
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