A menos de cuatro meses para que Reino Unido abandone la Unión Europea, todavía no está claro cómo será el Brexit. Aunque ambas partes alcanzaron un principio de acuerdo, la incertidumbre sobre el proceso de ratificación del borrador ha aumentado significativamente, lo que vuelve a poner sobre la mesa la posibilidad de un Brexit no negociado cuyo impacto económico “significativo para Reino Unido y, en un grado mucho más moderado, para la Unión Europea” analiza el último informe difundido por Crédito y Caución. A corto plazo, el principal impacto económico provendría de la aplicación de los aranceles de la Organización Mundial del Comercio. El 16% de las exportaciones europeas de bienes con destino a Reino Unido se enfrentarían a aranceles promedio del 4,3%. En el caso británico, el 48% de las exportaciones directas a la Unión Europea y un 16% adicional a países con acuerdos vigentes con la Unión estarían sujetas a un arancel promedio del 5,7%. La amenaza para los servicios es aún mayor. Sin la armonización reglamentaria, las normas de la Organización Mundial del Comercio no evitarían que la Unión Europea bloquee la oferta de servicios de las empresas británicas y viceversa.
Las insolvencias en Reino Unido serían un 14% más altas en un escenario de Brexit sin acuerdo de lo que serían en una transición suave, lo que se traduce en cerca de 2.300 empresas afectadas. Las insolvencias en el sector manufacturero, que representa el 10% del PIB y las exportaciones, serían particularmente altas. Sectores con cadenas de suministro altamente integradas, como la automoción, también podrían ver cierta concentración de insolvencias. Las barreras no arancelarias tendrían graves consecuencias para los sectores altamente regulados, como alimentos y bebidas y productos químicos.
“El aumento de los aranceles sobre las exportaciones de bienes y servicios pesaría sobre los beneficios de las empresas, mientras que el aumento de los aranceles sobre los bienes importados aumentaría la inflación interna. Una libra más débil alimentaría más la inflación y no sería suficiente para compensar los mayores costos comerciales. La mayor inflación también restringiría el gasto de los consumidores en un momento en que el desempleo comenzaría a aumentar ligeramente, lo que probablemente generará mayores insolvencias en los sectores minorista y hotelero”, añade el informe.
Para la Unión Europea las perspectivas de insolvencia son mucho más suaves. En el caso de España y Portugal, el informe destaca el posible impacto de un brexit duro sobre el sector turístico. La depreciación del euro debería ayudar a las economías pequeñas e intensivas en exportaciones en la eurozona, como Irlanda, Países Bajos y Bélgica, a incrementar sus exportaciones al resto del mundo. Irlanda es el mercado de la Unión más vulnerable a un Brexit no negociado. Crédito y Caución prevé un crecimiento del 4% en las insolvencias, concentradas en el sector manufacturero, donde el 44% de su valor agregado total proviene de las exportaciones a Reino Unido, seguido de la alimentación.
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