La Real Sociedad cerró su primera vuelta de LaLiga Santander con una sonrisa y manteniendo el efecto positivo desde la llegada al banquiillo de Imanol Alguacil tras imponerse este lunes en Anoeta por 3-2 a un Espanyol que perdió la oportunidad de quedarse cerca de los puestos europeos.
El conjunto donostiarra logró su segunda victoria consecutiva e hizo buena la brillante de la semana pasada en el Santiago Bernabéu para brindar una alegría a sus aficionados, que esta campaña sólo le habían visto ganar al Celta en el torneo doméstico. Los tres puntos situaron a los 'txuri-urdines' con 25 puntos, a tres puntos de la sexta plaza, y superando a los blanquiazules, de nuevo irregulares a domicilio y que se vieron superados en la tabla por un rival que jugó con diez el tramo final del choque.
Este comenzó trepidante y todo hacía indicar de una posible noche plácida para una Real que a los ocho minutos ganaba por 2-0 gracias a los goles de Mikel Merino y de Willian José, este de penalti. Los locales dominaban a los de Rubi, a los que les costaba entrar en el partido hasta que encontraron la llave en el balón parado. Naldo cabeceó un córner para recortar distancias y el Espanyol creció en el tramo final del primer acto, finalmente concluido en empate tras el autogol de Diego Llorente.
De este modo, la segunda parte prometía emociones fuertes. Los dos equipos apostaron por la intensidad, castigada con un carrusel de amarillas, pero no por la precisión. Esta la tuvo Mikel Merino que envió un preciso balón a Willian José para que el hispano-brasileño confirmase que se ha reconciliado con el gol. El mediocentro realista fue posteriormente expulsado y los 'pericos' apretaron en busca de un empate que no llegó, aunque los de Alguacil también gozaron de alguna ocasión para sentenciar.
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