Hablar sobre procesos electorales, no es extraño para el conjunto de la sociedad y de los lectores. La pre-campaña, se construye con el día a día, es decir con la servicial actividad de los políticos. Hay quien ha planteado la creación de un código ético para ejercer el arte de la política. Voy más allá. Si realmente la política es un servicio a los ciudadanos, ¿por qué no se realiza de forma altruista?
En los cantones suizos, los políticos no perciben remuneración alguna por su actividad. Tienen a gala, representar a sus conciudadanos, ejerciendo un poder temporal, del que no reciben sueldo alguno. Solo dietas por desplazamiento, pero son irrisorias y testimoniales. Claro, plantear esto en España, es una verdadera “utopía” -como la que nos describe Tomás Moro-, ya que nuestros sistema político y electoral, esta basado en un economicismo muy fuerte, en el que un concejal -por poner un ejemplo- recibe unos cinco mil euros mensuales por ejercer su actividad, en una ciudad como Valencia, dónde todavía más de cinco mil familias, recogen su bolsa de comida semanal, en determinadas entidades caritativas y solidarias.
Resulta bochornoso que todavía se cobren estos sueldos cuando hay pobreza, miseria y hambre física, a la vez que espiritual. Estos concejales de medio pelo, son los que en sus discursos, dicen estar comprometidos con la causa de las clases populares. La miopía, es una enfermedad visual, realmente importante y extendida, y al parecer no se cura con una simple intervención quirúrgica, sino que se usan los lentes de más alta graduación. A pesar de ello, seguimos sin percibir la realidad de la calle. Los procesos electorales, sirven para poner en conocimiento de la sociedad, las bondades de todos y cada uno de los que participan en ésto del juego político. En éstos días, vamos a ver como se remodelan calles, monumentos, se pintan fachadas y farolas, se van eliminando grafitis y pintadas mal sonantes y lesivas para con los monumentos, se asean los parques y jardines, se presentan nuevos e innovadores proyectos -dormidos en los cajones del olvido municipal- y se procede a inaugurar cosas, asistir a procesiones tanto religiosas como civiles y sobre todo, a participar en tertulias radiofónicas y televisivas, contribuyendo, a dar espectáculo, ya que el sillón, bien merece la representación en los medios de comunicación. Porque la rueda sigue, los juicios a los presuntos prevaricadores y corruptos, son el arma que se “arrojan” los unos contra los otros, y hasta imitamos a la perfección las formas de reducir por ejemplo las listas de espera sanitarias, copiando el sistema, que en otros momentos tanto hemos criticado. Hay que dar la “imagen” de que son eficaces.
Pero, caramba, tan tenido cuatro años para poner en práctica todas las medidas que ahora comienzan a surgir como las setas -las comestibles y no las que han servido en determinado restaurante que sigue afectando a mucha gente-, a las que se les debía someter a un exhaustivo control sanitario. Antes de consumir determinadas exquisiteces, que no nos muestran las garantías pertinentes, debemos exigir a las autoridades sanitarias el cumplimiento de las inspecciones a los lugares de restauración, y aconsejar el consumo en la cocina particular de champiñones, setas y hongos de criadero, porque así tendremos la garantía de que no están contaminados.
La política que va en contra de los intereses del pueblo, acaba fracasando. Es el caso de nuestra “agricultura valenciana”, denostada por nuestros “socios europeos”, que traen de otras latitudes cítricos, arroces y otras variedades de verduras y frutas, dejando las nuestras de lado. Esta demostrado, que la naranja valenciana, es de mas calidad, está más dulce, y sobre todo tiene dentro de sí, todas las vitaminas que nos ofrece la fruta más exquisita para todo valenciano. Pero claro, el resto de colegas europeos, no han defendido como nos merecemos, los intereses de los agricultores valencianos. Y si nuestra agricultura sufre, el conjunto de la economía española, se pone cada vez más enferma.
Está demostrado que dar apoyo al sector primario es garantía de que el conjunto de la sociedad avance y no se detenga, ante situaciones como la que nos compete. Seguiremos contando todo lo que vemos y observamos, de cara a los distintos procesos electorales que se nos avecinan, a ver si nos hacen caso.
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