El Real Madrid confirmó su presencia en el 'playoff' de la Euroliga a falta de siete jornadas para que termine la Fase Regular, después de vencer (91-78) este viernes al Bayern Múnich en el WiZink Center, un triunfo que además acerca otro poco el 'Top 4' y que permitió a los blancos olvidar por momentos la conmoción copera que sigue abierta en los despachos. Los de Pablo Laso pusieron el 18-5 en la parte alta de la tabla, siete victorias más que la franja del octavo que marcan los de Múnich y el Baskonia. El primer objetivo de la temporada continental ya es un hecho para el vigente campeón, además con cuatro triunfos de colchón para tener factor cancha en esos cuartos de final. De menos a más, el Madrid sacó adelante su regreso al Palacio, cinco días después de la final de Copa contra el Barça Lassa.
La derrota en la prórroga en casa, contra el eterno rival, y con ese rebote de Randolph considerado tapón a Tomic que permitió la canasta del croata y la victoria culé aún colea y mucho, pero dio paso a una buena dosis de baloncesto. La lideró Sergio Llull (15 puntos y 7 asistencias), quien más supo pescar en el clima revuelto, bien acompañado por otra dosis de garra de Deck y Tavares (10 puntos y 9 rebotes) y Randolph.
No hubo hogueras en las esquinas, ni pancartas de indignación hacia nadie más allá de unos insultos a la ACB por parte de la grada en los últimos segundos. El Madrid quiso pasar página, aunque a la mente le costó hacer caso a las piernas. El ambiente era frío, con cierto matiz de decepción, que atenazó el juego local. No cambió la línea de consagración de Deck, el mejor del primer cuarto (22-17). El argentino firmó nueve puntos y cuatro rebotes para marcar algo de diferencia con los alemanes, en su salsa en ese ambiente frío.
También aguantó el Bayern el segundo cuarto, el de los triples. Tres casi seguidos metió el Madrid --Taylor, Llull y Carroll (12 puntos en este acto-- y la renta llegó a los 14 (31-17), pero el cuadro alemán metió otros cuatro triples. El juego directo sonreía a los visitantes, ya que la elaboración era más bien trabada, sufriendo Koponen para encontrar socio. El 'Facu' seguía descentrado y el choque llegó igualado al segundo tiempo (42-39).
Tras el descanso, el Bayern siguió apelando a la línea de triple, sin tanto acierto, y el Madrid se buscó a sí mismo con una mejor defensa para llegar en superioridad en ataque. Sobre todo peleó por encontrarse el 'Facu', pero volvió a sentarse sin anotar. Llull lideró la escapada junto a los 11 puntos de Randolph en el tercer cuarto y la autoridad de Tavares en cada duda de los de rojo (71-52), en 13 puntos los alemanes esos 10 minutos.
El '23', que busca su mejor versión después del pasado curso perdido por lesión, no desaprovechó la ocasión de seguir dando pasos adelante. Miró al frente Llull, se olvidó de polémicas, para disfrutar como hacía tiempo con una completa actuación. Así terminó haciendo el cuadro blanco, centrado en acercar la 'Final Four' de Vitoria aunque en los despachos aún se mantenga el órdago a la ACB.
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