La importancia de mantener una boca sana y cuidada adquiere cada vez mayor relieve, tanto por cuestiones de salud como estéticas y funcionales. La toma de conciencia de la necesidad de acudir al odontólogo de forma periódica para revisar el estado de salud oral crece, y sin embargo, existen todavía determinados sectores de la población que frecuentan en menor medida la consulta.
Según datos del Observatorio de la Salud Oral en España, las personas mayores de 65 años y los menores de 7 son los que menos visitan al dentista. Como explica el Dr. Manuel de la Torre, director del Servicio Dental Hospitalario de Vithas Internacional de Madrid, “en el caso de las personas mayores, acuden de forma menos regular, en parte porque en ocasiones creen que sus afecciones bucodentales no se pueden solventar. Se trata de un grave error, puesto que esta dejadez empeora su calidad de vida y repercute en la salud, estética y funcionalidad de su boca”. Además, es necesario tener en cuenta que en muchos casos los mayores de 65 años presentan más patologías bucodentales y tienen mayor riesgo de enfermedad periodontal.
En el caso de los niños, “es recomendable que las visitas al odontólogo se inicien en torno al año de edad, de modo que podamos revisar caries y encías. Además, es muy importante orientar a los padres sobre medidas concretas a la hora de instaurar unos buenos hábitos de higiene oral”, apunta el Dr. De la Torre.
El especialista de Vithas Internacional incide en la importancia de la toma de conciencia, por parte de los pacientes, de la prevención, para lo cual es imprescindible mantener las revisiones dentales periódicas independientemente de su edad: “Aconsejamos dos visitas al año de modo preventivo para revisar la higiene oral y el estado general. Cumplir con estas revisiones nos ayuda a evitar posibles intervenciones futuras más agresivas, que pueden derivarse de un cuidado poco adecuado”. ¿Cómo mantener una buena higiene oral?
La clave para mantener una buena higiene oral pasa por la interiorización del hábito: “No se requiere mucho tiempo, sino seguir unas pautas concretas respecto a cepillado correcto, complementar dicho cepillado con otras herramientas y vigilar la alimentación”, explica el Dr. De la Torre.
El cepillado es una parte fundamental de la higiene diaria. Además de contar con un buen cepillo dental, revisar su estado periódicamente y cambiarlo cuando se deteriore, es preciso que el paciente maneje una técnica correcta: “El cabezal del cepillo se debe colocar en posición horizontal, con una inclinación de unos 45 grados. Los movimientos deben ejercerse en dirección vertical de arriba abajo y viceversa, sin olvidar limpiar la cara interior de los dientes y la superficie de masticación, que debe cepillarse con movimientos
Además, el cepillado ha de complementarse con el uso de otras herramientas, como el hilo dental, los cepillos interdentales y el colutorio o enjuague bucal, que ayudarán a prevenir la formación de sarro, evitando la aparición de enfermedades como la gingivitis.
En cuanto a la alimentación, conviene tener en cuenta, como indica el Dr. de la Torre, que “alimentos muy ácidos o azucarados pueden debilitar el esmalte dental y producir caries, mientras que existen otro tipo de alimentos que contribuyen al refuerzo de la estructura dental”.
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