El comercio sigue siendo la actividad con un mayor porcentaje de autónomos respecto al total: 22,14%, seguida de la agricultura (11,43%) y la construcción (11,01%). Sin embargo, estas son las tres actividades que más autónomos han perdido en los últimos diez años: concretamente 176.652 autónomos persona física menos. Las actividades que más autónomos pierden son las que tradicionalmente ocupaban a más autónomos.
Son algunos de los datos que UATAE ha hecho públicos tras un estudio sobre qué actividades han ganado y perdido más autónomos en los últimos diez años (2009-2019).
Las actividades que más han crecido esta última década, para los autónomos personas física, son las profesiones científicas y técnicas, que aumentan un 2,94% en la proporción sobre el total de autónomos, Educación (+1,44%) y las Actividades sanitarias y de servicios sociales (+1,29%).
Sobre las actividades profesionales científicas y técnicas, UATAE destaca la importancia de actividades como el diseño, la fotografía o la traducción, aunque también apunta al aumento de periodistas que trabajan para varios medios (“freelance”) o como falsos autónomos. Según María José Landaburu, secretaria general de UATAE, “todas estas profesiones han cambiado mucho en la última década a raíz de la universalización de los smartphones y las tecnologías de la comunicación” pero advierte que también “son un coladero de falsos autónomos”.
Otras actividades con un crecimiento elevado en términos relativos, pero todavía poco importantes en términos absolutos, son las Actividades inmobiliarias (ha pasado de 12.300 autónomos a 22.500 en diez años, un crecimiento del 83%), Información y comunicaciones (+56%), Actividades recreativas y de entretenimiento (+36%) y las Actividades financieras y de seguros (+14%).
Para Landaburu, “estas actividades seguirán creciendo en los próximos años y son actividades que requieren una formación mayor, especialmente las relacionadas con la cultura, y que todas ellas han cambiado drásticamente a raíz de la introducción de las nuevas tecnologías”.
Otras actividades que pierden autónomos y no tienen visos de cambiar de tendencia son: Industria manufacturera (-24.582), transporte y almacenamiento (-26.568) y hostelería (-21.848).
Para Landaburu, “nuevas tecnologías y modernización de las actividades tradicionales son dos claves para pensar el trabajo autónomo del futuro. En las profesiones y negocios de toda la vida vemos que hay una baja tasa de relevo generacional: hacen falta políticas de efectivas para que las nuevas generaciones no desaparezcan negocios viables.
Por otro lado, las nuevas tecnologías permiten a los autónomos un salto adelante. La formación para la era digital y fomentar programas del relevo deben ser los cimientos sobre los que se asiente un crecimiento sostenible”.
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