El RCD Mallorca ha vencido este domingo por 3-0 al RC Deportivo de La Coruña, con remontada incluida, en el partido de vuelta de la final del 'playoff' de ascenso a LaLiga Santander, volteando el 2-0 de la ida y cerrando de tal manera el regreso de los bermellones seis años después a la élite del fútbol nacional.
El conjunto bermellón accedió a estos cruces desde el quinto lugar, mientras que el Dépor hizo lo propio desde la sexta posición. Y justo eso fue durante mucho rato lo que decantaba todo en favor de los locales en el estadio de Son Moix, vibrante éste al ver a sus jugadores aguantando con garra hasta sentenciar con el tercer gol en el tramo final.
Los pupilos de Vicente Moreno se llevaron el premio sin necesidad siquiera de prórroga, aunque ésta sobrevolase Son Moix. Cambiaron, al calor de su público, la imagen que habían mostrado tres días antes en Riazor; y de manera indirecta también se beneficiaron de que en las filas de enfrente no aparecía el capitán Álex Bergantiños, recuperándose aún de su escalofriante herida en el labio.
El mayor ímpetu de los mallorquines tuvo su rápida recompensa, haciendo el 1-0 en el minuto 21. Su autor fue Ante Budimir con un zurdazo desde la corona del área rival, como continuación de una bonita jugada individual que había incluido un caño al defensa contrario Domingos Duarte.
Ese lance dejó algo tocado al conjunto deportivista, que se mantuvo firme en el encuentro gracias a su portero. El vigués Dani Giménez desbarataba cualquier intentona cerca de sus dominio, incluido un lanzamiento de falta directa a la media hora y que a punto estuvo de significar el segundo tanto de los baleares.
La había botado Salva Sevilla, afinando su mirilla para lo que todavía estaba por llegar. En ese disparo, el '8' eligió la cepa del poste del lado opuesto y Dani Giménez se estiró de forma casi milagrosa para despejar la pelota a saque de esquina.
Sin más ocasiones de verdadero peligro, el descanso dio un respiro a los coruñeses. Pero la dinámica siguió prácticamente igual nada más volver de los vestuarios, con Salva Sevilla esta vez sí acertando en el fondo de las mallas con un lanzamiento directo de falta.
Modificó la dirección con respecto al tiro de la primera mitad, ahora salvando la barrera por encima y entrando el balón pegado al poste, a media altura, siendo imparable para un Dani Giménez desbordado. Sus compañeros en ataque no hallaban la fórmula para replicar el juego bermellón, pero no por ello se quedaron sin asustar al guardameta rival.
Apenas una vez tuvo que intervenir Manuel Reina, cuando corría el minuto 77, para salvar un duro remate de Quique González en el corazón del área. La suerte parecía estar definitivamente del bando de los anfitriones, que hicieron estallar de alegría a sus aficionados con el 3-0 de Abdón Prats en el minuto 82.
El ariete de Artà, que Había entrado de refresco media hora antes, enganchó un zurdazo lejano e imposible de detener por el arquero rival. La jugada había nacido de la enésima recuperación de Iddrisu Baba en el centro del campo, como demostración de la fiereza que aún tenía un Mallorca que para nada quería la prórroga.
El central Pablo Marí, pese a todo, estuvo cerca de helar la euforia con un remate de cabeza tras un ataque del Dépor a la desesperada. Un centro desde el costado derecho, a raíz de una jugada enmarañada después de un córner, acabó con el testarazo de Marí yéndose fuera por escasos centímetros. Centímetros que valieron un ascenso bermellón.
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