La inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) se ha consolidado como una técnica eficaz en reproducción asistida, pero entre el 1 y el 3% de los ciclos de ICSI resultan en fallos de fecundación que los expertos aún no logran explicar. Ahora, una investigación llevada a cabo por científicos del Grupo Eugin ha arrojado luz sobre las causas de este fenómeno mediante el análisis proteómico -el estudio a gran escala de las proteínas- del esperma.
La investigación, que se presenta hoy en el 35 congreso anual de la Sociedad Europea de Reproducción y Embriología (ESHRE) en Viena, ha contado con la colaboración del equipo del doctor Rafael Oliva, de la facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, y se enmarca en el Plan de Doctorandos Industriales impulsado por la Generalitat de Catalunya.
El trabajo ha demostrado que existe una relación entre las alteraciones en distintas proteínas del esperma y los fallos de fecundación. De esta manera, el estudio avala que en un futuro próximo el análisis de las proteínas del semen podría ser una técnica válida para diagnosticar fallos de fecundación y, lo que es más importante, para pronosticarlos y descartar así las muestras de esperma afectadas por estas alteraciones moleculares. “Es necesario que avancemos con más investigación básica, pero los resultados de nuestro análisis proteómico podrían ser útiles a nivel clínico”, explica Marc Torra-Massana, uno de los autores de la investigación presentada en el congreso de la ESHRE.
Los investigadores, que realizaron su trabajo en el laboratorio Eugin del Parc Científic de Barcelona, se basaron en el análisis de muestras de semen de doce hombres que recurrieron a la ICSI con resultados dispares. Cuatro de ellos sufrieron más de tres fallos de fecundación consecutivos, mientras que los otros ocho alcanzaron una tasa de fecundación de más del 75%.
Durante un estudio en laboratorio que duró más de 2 años, los científicos llevaron a cabo un análisis proteómico de las muestras mediante espectrometría de masas. Se trata de una técnica que permite identificar una gran cantidad de proteínas y que se ha utilizado en otras investigaciones para analizar disfunciones del esperma, como la astenozoospermia (problemas de movilidad de los espermatozoides), pero que, por primera vez, se ha utilizado para analizar los fallos de fecundación.
Tras identificar 1.400 proteínas del esperma con el espectrómetro de masas, los investigadores detectaron que nueve -entre ellas, cinco de mitocondriales- eran las cruciales. Así, comprobaron que las muestras de esperma que presentaban alteraciones en los niveles de expresión de estas proteínas -que tenían demasiadas o demasiado pocas -, eran las que habían tenido fallos de fecundación.
Según señala Torra-Massana, los resultados de este estudio podrán contribuir a identificar marcadores diagnósticos y predictivos de los fallos de fecundación en ICSI. Además, añade, “nos ayudan a diseccionar aún más la contribución molecular paterna a una fecundación exitosa”.
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