El FC Barcelona goleó (0-4) al Nápoles como cierre de la pretemporada este sábado en el Michigan Stadium, en un ensayo pensando ya en el estreno en LaLiga Santander el próximo viernes en San Mamés donde encontraron juego y goles. Los de Ernesto Valverde pusieron fin al último tramo de preparación en esta gira por Estados Unidos que les citó por partida doble con los de Carlo Ancelotti. Tras el 2-1 del miércoles en Miami, el Barça mejoró, sin caer en la habitual relajación de las segundas partes del verano, y el Nápoles empeoró.
Valverde pensó ya en el estreno liguero, donde Leo Messi parece casi descartado por lesión, con un tridente que respondió en ataque. Dembélé fue el más activo, Griezmann volvió a asociarse y dar soluciones, esta vez haciendo su primer gol con el Barça, y Suárez demostró que no entiende de amistosos.
Además, Frenkie de Jong hizo a la perfección de mediocentro, sin Busquets, sin apenas fallo y la intuición de adelantarse al rival, de montar los ataques desde su robo y de acompañar cada jugada siempre bien colocado. El Barça apretó ya en ritmo de competición, moviendo más rápido el balón que en los partidos anteriores.
El dominio y presión azulgrana dejaron las ocasiones del nuevo tridente azulgrana, sin llegar a definir en 45 minutos. Fabián tuvo la única italiana, aunque muy clara, en el último instante antes del descanso. En la reanudación, los de Valverde mantuvieron el guion y sumaron la pegada. Griezmann y Suárez se entendieron mejor que nunca y de esa conexión llegó el 0-1.
Después, un balón abierto por Aleñá a Alba lo metió el lateral al área pequeña para el tanto del francés. La presión de De Jong inició el 0-3, golazo de Suárez y Dembélé completó el zarpazo con otra buena definición. Valverde hizo entonces los cambios, manteniendo el descanso de Rakitic y Busquets, y el Barça se propuso llegar hasta el final jugando, como tendrán que hacer ya en cada partido.
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