El 15 de agosto, tal y como se indica en el Real Decreto 2001/1983, se celebra en España la Asunción de la Virgen, fiesta laboral de ámbito nacional en cumplimiento con el acuerdo firmado con la Santa Sede el 3 de enero de 1979. En consecuencia, quien más quien menos, celebra esta festividad en su municipio. Y uno de estos es Elche con su Misteri d'Elx, declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2001.
Se trata de un acto oficial cívico-religioso por sus características particulares. En sus orígenes, siglo XV, la Festa era organizada por la Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción junto al apoyo del Ayuntamiento de Elche, institución que desde el año 1609 se convierte en el «responsable de que se pudiera continuar representando hasta el primer tercio del siglo XX», nos recuerda la Ley 13/2005. En su conservación también interviene la Iglesia católica, diversas instituciones públicas y patronatos.
Actualmente, la organización del Misterio es responsabilidad del Patronato del Misteri d'Elx formado, a su vez, por el Patronato Rector y la Junta Rectora. Los miembros de estos dos organismos son elegidos por la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Elche y el Obispado de Orihuela-Alicante.
Por esta razón, afirmo que el Misteri d'Elx es una celebración oficial cívico-religiosa debido a que, antes y ahora, la convivencia entre las autoridades civiles y religiosas en su organización es total. Además, hay que añadir que en este caso la religión, la política y la tradición inveterada están unidos y trabajan juntos hacia la proyección de la realidad y condición del municipio. Es decir, colaboran en unión para crear marca ya que la «Festa o Misteri d'Elx es un tesoro cultural del pueblo de Elche y una de las joyas más preciadas del patrimonio cultural valenciano», afirma la Ley 13/2005.
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