Gonzalo es Ingeniero Superior de Telecomunicación por la UPV/EHU, Doctor en Informática por la UPM y Coach asociado por la ICF (International Coach Federation España).
Durante más de quince años se dedicó a temas relacionados con la seguridad informática, divulgando, investigando y publicando en revistas y periódicos especializados. Además de impartir formación y charlas a organizaciones por todo el mundo y en todo tipo de foros.
Su experiencia y conocimientos adquiridos hablando ante distintas audiencias, le permitió ayudar, a través la empresa El Arte de Presentar (de la que es director), a empresas y a particulares a presentar ante una audiencia sus ideas con aplomo y confianza.
Desde entonces, ha formado a multitud de profesionales y directivos sobre cómo hablar en público y realizar presentaciones atractivas.
Creó el blog El Arte de Presentar, el más leído en lengua española sobre presentaciones, germen del superventas del mismo título, “El Arte de Presentar” (Planeta) y del libro cómic “El Superhéroe de las Presentaciones” (Gestión 2000).
Gonzalo, su primer libro lleva por título “El arte de presentar”, ¿Considera que presentar es un arte y que por consecuencia un orador es un artista?
Creo que el verdadero arte produce un cambio en quien lo recibe. Si no hay cambio, no hay arte. En el arte siempre existe un presente, un regalo por parte del artista. Algo que no puede pagarse con dinero. El cambio que produce en quien lo recibe no tiene precio. Te transformas en un artista de las presentaciones cuando éstas constituyen un regalo personal, con el potencial de cambiar a quienes lo reciben. En veinte minutos puedes dar algo a una persona que lleve consigo el resto de sus días. ¿Puedes imaginar mayor regalo?
Con independencia del software multimedia empleado de los disponibles en el mercado ¿ En qué medida el éxito o fracaso de una presentación depende del diseño y contenido de las diapositivas empleadas?, ¿Qué preguntas debe uno hacerse antes de comenzar a crear diapositivas para tratar de impactar a la futura audiencia en presentaciones orales?
Si tus presentaciones son un desastre y crees que mejorarán por usar otro software de presentaciones, has caído en una trampa. Una presentación mediocre lo seguirá siendo con PowerPoint o sin él.
El éxito de una presentación no está ligado a la elección de la herramienta de creación de transparencias, sino a la historia que cuentas. Echar la culpa a PowerPoint del fracaso de las presentaciones es cerrar los ojos al verdadero problema: la falta de claridad de ideas y de organización coherente.
La pregunta más importante antes de crear una diapositiva es: «Estas diapositivas, ¿para quién son? ¿Para mí o para la audiencia?» La cuestión es: ¿Realmente necesita la audiencia toda esa información, todo ese texto?, ¿Estás utilizando las diapositivas como un escudo detrás del cual refugiarte?, ¿Son una muleta para ti o son una herramienta de amplificación para tu mensaje?, ¿Ayudan a la audiencia a visualizar tus ideas o la confunden y distraen?
En la actualidad un orador compite más que nunca con “ladrones de la atención” a disposición de la audiencia como son los teléfonos móviles, tablets u ordenadores portátiles, ¿Cuáles son las “armas” de las que debe hacer uso un buen orador para captar y mantener el interés de su audiencia, el mayor tiempo posible?
¡Busca la sorpresa! Rompe con la monotonía de los inicios iguales a otros. Pon alto el listón de las expectativas. Aprovecha los segundos iniciales para captar la atención y causar una impresión saludable y duradera. Nunca disfrutarás de una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión. Tus primeras 10 palabras son tan importantes como las 10.000 siguientes.
No empieces como los malos ponentes: saludos y agradecimientos varios, autopresentación, lectura de CV, toques de falsa modestia, preámbulos, marcos y referencias, la vieja y aburrida tabla de contenidos de siempre.
Arranca con un tráiler de tu presentación: plantea una pregunta intrigante, que ponga sobre la mesa la cuestión fundamental de tu charla; o cuenta una historia y mejor aún si la has vivido en primera persona; o lanza un dato o hecho impactante, que deje sin aliento a la audiencia.
Aprovecha la magia de los segundos iniciales de toda presentación para cautivar a la audiencia y comunicar un mensaje favorable sobre ti y tu presentación.
Una de las primeras frases que aparece en el libro “Método Bravo”, de Mónica Galán es de Mark Twain y dice así “Hay dos tipos de oradores, los que se ponen nerviosos y los que mienten”. Como supongo que Gonzalo pertenece al primer grupo de oradores, ¿Emplea algún ritual para templar los nervios? Mi ritual empieza días e incluso semanas antes de salir a escena. Me repito obsesivamente la misma pregunta: «¿Cómo puedo hacerles un regalo?».
Cuando salgo a escena con la plena certeza de poder aportarles valor desde mi conocimiento y experiencia, ya no se trata de mí, sino de ellos. En ese momento, cuando te olvidas de ti mismo y te centras en la audiencia, el miedo desaparece. Quedan los nervios, claro, pero son los nervios de la atención constante a cómo están recibiendo tu presentación/regalo.
Si bien los deportistas preparan su musculatura mediante un calentamiento momentos previos a realizar una actividad física, ¿Qué tipo de ejercicios son recomendables para preparar la voz de un orador ante una inminente ponencia?
Efectivamente, es paradójico que calentamos antes de cualquier actividad deportiva y sin embargo no calentamos antes de hablar en público. Existen numerosos ejercicios, procedentes del mundo del canto, que conviene poner en práctica antes de salir a la palestra.
Como sería muy largo enumerarlos aquí todos, remito al lector interesado al siguiente artículo de un profesor de canto: https://www.elartedepresentar.com/2014/12/descubre-por-que-hacer-ejercicios-de-canto-te-ayudara-a-mejorar-tu-voz-al-hablar-en-publico/.
Gonzalo se define así mismo como persona diletante, interesado por distintas disciplinas y estudió Ingeniería de Telecomunicaciones influenciado por “la baja tasa de paro de sus profesiuonales“, en ese momento ¿Hasta que punto considera peligroso elegir determinados estudios universitarios, basandose en criterios del ranking de carreras, a priori con un futuro prometedor?
Elegir a esa edad cualquier carrera según cualquier criterio es peligroso. Un adolescente de 17 años es la persona menos indicada para tomar decisiones laborales que le encorsetarán para el resto de su vida. Y, sin embargo, se nos exige.
A mí me gustaban multitud de carreras, incluida entre ellas la de Teleco. Sin duda, el factor que me decantó finalmente por Teleco fue la tasa de paro nula en aquel momento. Con los años, he ido descubriendo mi vocación y abandoné las telecomunicaciones para dedicarme a la comunicación y el coaching. Al final, la cabra tira al monte.
¿Podría considerar que se reinventó profesionalmente hablando, desde su anterior empleo como Ingeniero de Telecomunicación, experto en Seguridad y Criptografía al de Formador en Habilidades de Comunicación?, visto en retrospectiva ¿Cómo evaluaría esta transición?
Mirando atrás, me he dado cuenta de que al final da igual el punto de partida, uno se va orientando hacia sus pasiones y hacia aquellas habilidades más fortalecidas. Desde el inicio en mi carrera profesional como teleco ya creé un sitio web de divulgación sobre criptografía, impartía cursos, daba conferencias, participaba en programas de radio y TV, vamos, que se veía venir: a mí lo que me iba era la comunicación, la seguridad de la información era la excusa. Al final, dejé las excusas.
En marzo de 2017 comenzó con la difusión del Podcast titulado “El arte de presentar”, ¿Cómo surgió la idea de aportar este valor añadido?, ¿Qué criterios sigue para la elección de sus invitados?
Venía escuchando podcasts desde mediados del 2.000, la mayoría anglosajones. Desde entonces, nunca he dejado de escucharlos. Me encantan para esos momentos cuando estás haciendo tareas que no requieren toda tu atención. A mí los podcasts me crean un vínculo mucho más directo con su creador que los artículos escritos e incluso que los vídeos.
De alguna manera, llevas al autor contigo allí donde estés, te habla al oído, revela mucha más información sobre sí mismo, terminas sintiendo una conexión especial.
Esta magia del podcast me fascinaba y venía acariciando la idea desde había tiempo. Y un buen día me dije, ¿por qué no? ¡Vamos a crear uno! Desde el primer episodio busqué a personas que destacasen en comunicación, desde los ámbitos más variados, siempre con el objetivo de aportar a los oyentes alguna pista para ayudarles a crecer como comunicadores y como personas.
Suele hablar de que son cuatro los pilares sobre los que se sustenta la buena salud (Alimentación, Ejercicio, Descanso y Meditación) y con respecto al ejercicio, suele emplear una frase impactante de Darío Pescador que dice: “Los músculos son tu plan de jubilación” ¿Nos puede aclarar el significado de esta frase?
Se basa en numerosos estudios científicos publicados en prestigiosas revistas de medicina que muestran cómo las personas con más masa muscular que la media de la población viven más tiempo y con mayor calidad. Tampoco hay que exagerar con los músculos, no hace falta ser un culturista, simplemente trabajar regularmente la fuerza. Pero, por desgracia, el promedio de población, en especial femenina, tiene unos niveles de masa muscular muy por debajo de lo que una buena salud aconseja.
Con respecto al pilar de la alimentación, ¿Por qué cree que se generan tantos mitos falsos? Por poner un par de ejemplos: “Los alimentos con grasas vegetales son más sanos” o “El azúcar moreno es más saludable que el blanco”. Siendo la alimentación un asunto de vital importancia, ¿Cuál cree que puede ser el motivo de que no se nos eduque convenientemente desde edades tempranas en la ingesta de alimentos saludables?
No creo en teorías conspiranoicas. Nos alimentamos mal porque hoy en día prácticamente sólo comemos alimentos industriales. ¿Por qué? Porque son baratos, rápidos de preparar, duran mucho tiempo en la alacena o en la nevera y, por encima de todo, ¡están deliciosos!
En un mundo donde nadie tiene tiempo para cocinar y en el que es imposible competir con el sabor hiperpalatable de la comida industrial, es normal que no se nos eduque. Este desconocimiento es luego caldo de cultivo para que circulen todo tipo de mitos, que de alguna manera u otra, terminan beneficiando a los fabricantes de alimentos.
El lado más personal
Se confiesa lector empedernido de un libro por semana ¿Cuál es su temática preferida? ¿Nos podría recomendar alguno de los últimos libros que más le ha gustado? En no ficción, últimamente leo muchas obras sobre historia y biografías, mitología, estadística, economía del comportamiento y blockchain. Un libro reciente de no ficción que recomiendo encarecidamente es “La trampa de la felicidad”.
En novela, la verdad es que absolutamente de todo. Dos novelas que me han encantado de estos últimos meses han sido “La maravillosa vida breve de Óscar Wao” y “Dientes blancos”.
Y me gustaría añadir que también leo mucho comic. Dos obras extraordinarias que he devorado estos últimos días han sido “Daytripper” y “Jonas Fink”.
El miedo oscurece la realidad, la transforma con tintes de negatividad y tiene efectos paralizantes, ¿Gonzalo es temeroso a algo? A la muerte sin dejar huella.
Uno de los éxitos discográficos en los albores de los 80, del grupo de rock británico “The Cure” lleva por título “Boys Don´t Cry” y habla de tratar de disimular el estado emocional, ¿Gonzalo es de los que oculta sus sentimientos? Más de lo que me gustaría. Crecí efectivamente con los mantras “los hombres no lloran” y “pedir ayuda es de débiles” y cosas parecidas. Las horas de trabajo que me está llevando ahora deshacer esa huella.
Para Gonzalo, ¿Cómo son unas vacaciones ideales? Disfrutar al 100% de la compañía de los seres más queridos, en actividades al aire libre, interminables conversaciones, lecturas tranquilas, comidas cocinadas entre todos, paseos sin prisas, vamos, todo aquello de lo que nos priva la vida cotidiana.
Reír es un acto natural y diversos estudios demuestran los múltiples beneficios que aporta la risa para la salud, ¿Qué le hace reír? El humor absurdo, y cuanto más absurdo, más me río.
Conocidas eran las siestas de Winston Churchill y afirmaba que durmiendo una siesta entre el almuerzo y la cena, trabajaba más horas que si seguía el ciclo normal del sueño, ¿ Suele practicar esta costumbre tan española? Siempre que trabajo desde casa y en vacaciones. Para mí son sagradas.
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