El Lokomotiv de Kuban ruso esfumó las esperanzas del Valencia Basket en el partido de ida de las semifinales de la Eurocup, venciendo a los de Velimir Perasovic por 87-97 tras una demostración de autoridad que encamina, a la espera de la vuelta en Krasnodar, su pase a la final de la segunda competición continental.
Los rusos apenas dejaron hueco para la esperanza. Un bloque sólido, sin fisuras, imparable desde el interior e igualmente letal desde el perímetro. El Valencia Basket resistió y compitió hasta que el volcán del rival entró en erupción en el tercer período, acabando con el partido y, salvo sorpresa, con la eliminatoria.
Los de Evgeny Pashutin comenzaron apoyándose en la 'pintura', aprovechando la baja de última hora de Faverani, que mermó la rotación local, para maltratar en el rebote a los locales y contar con segundas opciones que les daban ventaja. El acierto exterior de Simas Jasaitis (23 puntos, con 7 triples), un pesadilla desde la línea de tres, completaba una presentación intimidatoria (21-29, min.10).
La irrupción del montenegrino Bojan Dubljevic en el segundo cuarto apretó el electrónico a la media parte (43-45). Pero la sensación de enorme esfuerzo local, con escasa correspondencia en el marcador, no permitía tener buena cara a Perasovic, consciente de que los rusos dominaban el ritmo, los tableros y además seguían inmaculados en ataque.
El tercer cuarto fue el principio del fin. El lituano Mantas Kalnietis (17 puntos) se puso al mando de las operación y dirigió, excelso, la infinita batería de talento del Lokomotiv. Con Derrick Brown de escudero y los imparables Richard Hendrix y Aleks Maric en la zona, la resistencia local se vino abajo.
El 15-31 en ese período (58-76, min.30) mató el partido. Pero Justin Doellman (28 puntos), inquebrantable, y Pau Ribas (20), junto al omnipresente Dubljevic, siguieron creyendo pero la diferencia en cancha era significativa. La exuberancia física de los rusos hacía pequeña la zona en ataque y se antojaba decisiva en la lucha por el rebote, siendo el ofensivo el factor diferencial.
El último aliento local lo quiso aniquilar Derrick Brown. El estadounidense (19 puntos), con pasado NBA, demostró su potencial en el último cuarto, asestando el que parecía golpe mortal al partido. Sin embargo Doellman no quiso doblar la rodilla. Sus puntos, comandando un 14-0 de parcial, acercaron al Valencia Basket (87-91, min.38) a falta de la estocada local de Simas Jasaitis, viejo conocido de la Liga Endesa que acabó dejando en diez la renta final.
El resultado convierte en escasas las esperanzas del Valencia Basket por alcanzar la final y cobrarse revancha de lo sucedido el pasado curso, cuando perdió la final de la Eurocup ante otro conjunto ruso, el Khimki.
|