| Ficha técnica | 0- CA Osasuna: Andrés (1); Marc Bertrán (1), Rubén (1), Arribas (2), Oier (0); Lolo (1), Silva (2), De las Cuevas (1), Armenteros (1), Nino (2); Kike Sola (0).
2- RCD Espanyol: Casilla (1); Javi López (1), Colotto (1), Héctor Moreno (2), Forlín (1); Baena (1), Verdú (1), Simao (1), Álvarez (1), Stuani (2); Sergio García (2).
Goles: 0-1 Héctor Moreno (min. 50); 0-2 Wakaso (min. 90+)
Cambios: Por parte del Espanyol, Wakaso (3) entra por Simao (min. 45); Tejero por Verdú (min. 77) y Petrov por Baena (min. 87). Por parte de Osasuna, Puñal por Lolo (min. 63); Masoud por De las Cuevas (min. 82) y Llorente por Rubén (min. 87)
Árbitro: Gil Manzano (colegio extremeño) (2/3). Por parte de Osasuna vieron la tarjeta amarilla Marc Bertrán, Silva y Arribas. Los jugadores del Espanyol amonestados fueron Stuani, Héctor Moreno, Colotto y Javi López.
Incidencias: Reyno de Navarra (Pamplona). 17.501 espectadores. |
Datos destacables | Lo mejor: Wakaso El carrilero perico cambió la cara a su equipo y se convirtió en el máximo artífice de la victoria visitante
Lo peor: Kike Sola Impreciso, desganado y fallón. El delantero de Cascante vivió una actuación para olvidar
El dato: Con este resultado, se rompe la racha de derrotas del Espanyol en Pamplona. |
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Partido apático el que se ha vivido esta tarde en el Reyno de Navarra. Osasuna y Espanyol dieron una sensación de pobreza y desgana poco propia para su situación en la tabla clasificatoria, y en dos despistes el Espanyol le metió el agua en la cocina al escuadrón rojillo. A Osasuna, como no podría ser de otra manera, le tocará sufrir en las ocho jornadas que quedan para la finalización de la temporada, y en la que se jugará, como años anteriores, la permanencia en la categoría reina. El Espanyol sigue con una buena racha y optimiza al máximo un juego paupérrimo que al menos le está dando resultados.
Sin mordiente
Osasuna deambuló los noventa minutos sin rumbo fijo, con una tranquilidad propia del que se ve salvado a falta de varias jornadas. Craso error. A Osasuna le queda mucho camino por recorrer para conseguir la tan ansiada salvación, y las ocho jornadas restantes se aventuran difíciles para los rojillos. Las circunstancias eran idóneas para la práctica futbolística: terreno de juego en óptimas condiciones, buena temperatura y el calor de la afición. Pues ni por esas Osasuna fue capaz de ofrecer, como mínimo, la cara más competitiva y luchadora que tanto esperan los aficionados navarros. A Kike Sola le vino grande el brazalete de capitán y firmó una de las peores actuaciones que se le recuerda al delantero de Cascante en mucho tiempo. El canterano estuvo deshubicado, falto de ritmo, fallón y sin fortuna en el regate. De hecho, sostenta el dudoso privilegio de haber malgastado la ocasión más clara de todo el partido: cuando ya el Reyno celebraba el gol, Kike Sola falló a puerta vacia un balón franco al segundo palo tras una buena contra de Osasuna. De haber metido ese gol, el partido por seguro que hubiese tomado unos matices bien diferentes.
Sin embargo, con poco fútbol y muchos bostezos se llegó al descanso, en el que el Espanyol dió entrada a Wakaso, auténtico artífice de la victoria perica. El africano fue un quebradero de cabeza para la defensa local, y cuenta por asistencia y gol su actuación en Pamplona. Tras el primer gol visitante, conseguido por Héctor Moreno a la salida de un córner, Osasuna reaccionó al ataque, siendo consciente de la importancia de los tres puntos, más aún teniendo en cuenta los resultados de los equipos por debajo en la tabla. La entrada de Patxi Puñal también benefició al cuadro rojillo, pero todos los intentos por causar peligro u ocasiones quedaban esterilizados, unas veces por mérito de la defensa catalana y otras por la mala suerte. El Espanyol, que aguardaba sabiamente el momento de asestar el golpe definitivo supo administrar el marcador a favor para ya en tiempo de descuento matar el partido mediante Wakaso, quien salió disparado como una bala hacia la meta de Andrés, pillando a la defensa descolocada y al portero a media salida. Un cero a dos casi sin despeinarse.
En conclusión, un partido para olvidar. Aburrido, sin chispa, sin contenido, en el que solo afloraron las imprecisiones por doquier y donde la desgana del campo se trasladó a la grada, que abandonó el campo de forma masiva antes del pitido final. Osasuna, a sufrir en lo que queda de temporada si quiere permanecer un año más en Primera División. El Espanyol, salvado, gana puntos para maquillar una temporada mala y en la que por seguro ha defraudado a muchos aficionados blanquiazules.
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