El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha valorado este miércoles el rescate de la UE a Chipre y ha afirmado que si ya hubiera estado en funcionamiento una "verdadera unión bancaria", no habría sido necesario llegar a este punto, porque "el sector financiero habría estado supervisado externamente".
Así se ha pronunciado ante el Pleno del Congreso, donde ha dado cuenta del Consejo Europeo de los pasados 14 y 15 de marzo, intervención que ha aprovechado también para hacer referencia a la crisis chipriota que, "aunque no fue tratada en el Consejo, es de indudable interés", según ha dicho.
A juicio del presidente, la crisis de Chipre "parece ya encauzada", aunque ha dejado a los países del Eurogrupo un "mensaje claro: la necesidad de imprimir una mayor velocidad a la unión bancaria" porque "con ella en funcionamiento hoy no se estaría hablando de una crisis financiera" en el país mediterráneo.
"Si hubiéramos tenido ya en funcionamiento una verdadera unión bancaria, el caso de Chipre no se habría producido porque el sector financiero habría estado supervisado externamente y el mecanismo de resolución sería predecible y homogéneo con el resto de países de la UE", ha insistido.
Sistema bancario "hipertrofiado"
A renglón seguido, Rajoy ha recordado que Chipre, con 860.000 habitantes y una renta per cápita de unos 20.800 euros anuales, tenía hasta ahora un sistema bancario "claramente hipertrofiado" que suponía "ocho veces el PIB (17.800 millones), cuando lo normal es que la relación sea de dos o tres veces la riqueza nacional".
Esta situación había llevado a un sistema en el que los depósitos de los no residentes fueran superiores a los de los ciudadanos chipriotas, lo que "unido a las operaciones escasamente ortodoxas de los dos principales bancos", provocó una crisis del sistema y el cierre de los mercados internacionales, con la consiguiente imposibilidad de financiar la deuda.
En esas circunstancias, Chipre se vio obligada a pedir ayuda a la Unión Europea por valor de 17.000 millones de euros. "Es similar a si España hubiera solicitado para la reestructuración financiera más de un billón de euros", ha ejemplificado. Aunque la primera opción fue rechazada por el Parlamento chipriota, el pasado 25 de marzo se alcanzó una solución "aceptable" tanto para el país como para el conjunto de la UE.
Y también para España, dado que las "pérdidas se concentran en las inversiones de mayor tamaño, más vinculadas al negocio especulativo, mientras el pequeño ahorrador no soporta pérdidas", un punto fundamental para el Gobierno de Rajoy, dado que la protección de los depósitos hasta 100.000 euros "no debe cuestionarse por seguridad y por credibilidad".
Positivo para todos
Además, para Rajoy este acuerdo hace a Chipre "viable" dentro de la moneda única, "aunque deberá afrontar un cambio radical en su modelo económico" y además cree que esta solución tiene en cuenta que "el problema del sector bancario chipriota es distinto a cualquier otro país, por lo que esta solución es extraordinaria y única", según ha subrayado, criticando las "desafortunadas declaraciones" del presidente del Eurogrupo insinuando que serviría de modelo para otras intervenciones.
En este sentido, el presidente ha destacado que para "mantener la confianza" internacional es necesario "no sólo tomar decisiones adecuadas", sino también "mantener un alto grado de coordinación, eficiencia y transparencia entre todas las partes". "La UE y la zona euro tienen que mejorar y aprender de esta experiencia", ha dicho, avisando de que hacer declaraciones que no sean "prudentes, precisas y ajustadas a los acuerdos" acaba generando dudas en torno al futuro del euro, lo que "perjudica a todos".
Finalmente, Rajoy ha opinado que la ayuda concertada debería ser "suficiente para actuar como cortafuegos" y contribuirá a "dar seguridad y credibilidad a la moneda única", puesta en duda una vez más. Además, a su juicio, se trata de un rescate ajustado a la realidad que evita el riesgo de provocar la salida de Chipre del euro, con "consecuencias impredecibles para el resto" que provocaría un "acuerdo insuficiente", pero sin "recompensar las malas prácticas bancarias" que habría conllevado un "acuerdo muy generoso".
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