| Ficha técnica | 61 - Real Madrid: Draper (6),Rudy Fernández (14), Darden (0), Mirotic (12) y Hettsheimeir (6) -quinteto titular- Sergio Rodríguez (0), Carroll (13), Slaughter (0), Begic (2), Llull (4), Suárez (0) y Reyes (4).
64 – Blusens Monbus: Rodríguez (0), Pumprla (0), Dewar (14), Kendall (6) y Mejri (5)-quinteto inicial- Hummel (19), Sanz (-), Stobart (-), Junyent (0), Corbacho (9), Buford (6) y Freire Luz (5).
Parciales: 19-10, 10-15, 12-13, 20-26.
Árbitros: Arteaga, Sánchez Montserrat y Munar.
Incidencias: Vigésimo novena jornada correspondiente a la Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes (Madrid) ante 6.946 espectadores. |
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Después de dos fiestas consecutivas, el Real Madrid sufrió una severa resaca en forma de derrota en competición doméstica. Después de abrumar de manera consecutiva en dos ocasiones a Maccabi, sucumbió a manos del Obradoiro, consecuencia de un ejercicio de guardar fuerzas y mentalizarse para Euroliga. El cuadro gallego, con todo merecimiento, sumó un notable triunfo en sus aspiraciones de ser octavo y acceder a los ‘play-off’; el líder deberá esperar a otra jornada para asegurarse matemáticamente su primer puesto.
El encuentro empezó de forma arrolladora para el Real Madrid y acabó con suspense después de que los árbitros revisaran en televisión si un triple de Rudy Fernández era válido o no. No lo fue. Y ganó Obradoiro. Adversario éste que nunca perdió la cara al encuentro y que aprovechó el agotamiento físico, rotaciones y pensamientos futuros del cuadro de Pablo Laso. Lo primero se atisbo cuando a pesar de comenzar el segundo cuarto con 12 puntos de desventaja (25-13) nunca se desengancharon del encuentro. Reorganizaron su guión de comienzo, aguardando su ocasión de dar el golpe en el Palacio de los Deportes.
Secundarios apagados
Esto es: apretaron en defensa (habían concedido todo tipo de facilidades especialmente a Rudy Fernández -9 puntos- y Mirotic -8 puntos-), redujeron sus pérdidas de balón (7 en el primer acto) y se beneficiaron de que este Real Madrid no es el mismo Real Madrid cuando sus jugadores franquicia se toman un excelso descanso en el banquillo (29-25 al descanso tras parcial de 2-12). Los secundarios no asumieron su protagonismo. Preocupante es el estado de Darden y Draper. Y morboso duelo entre Begic –desacertado- y Mejri -nervioso-. Las anotaciones, en consecuencia, del Real Madrid pasaron de ser un torrente a caer con cuentagotas. Enfrente, Hummel (19 puntos y 25 de valoración) y Dewar (14 puntos) empezaron a crecerse hasta situase, en el último cuarto, por encima del Real Madrid (43-44).
Empezaron entonces esos minutos agónicos, de posesiones largas, de canastas conseguidas con sangre y esfuerzo, de errores que marcan encuentros, como esos pasos señalados a Rudy Fernández (14 puntos) en vez de pitar falta defensiva o de esa canasta de Carroll (13 puntos) que el aro escupió, al contrario de cuando Hummel encaraba la canasta contraria. Cuestión de suerte. O de mentalización. Para el Real Madrid ya era tarde, ni con el auxilio de Rudy Fernández, ni de Carroll (en intercambio de triples con Hummel), se consiguió salvar un partido con destino a Galicia, con puntos de ‘play-off’, tras un enorme suspense, para Obradoiro.
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