Este martes, 22 de abril, se conmemora el 55° aniversario del Día Internacional de la Madre Tierra, una fecha que nació en 1970 como un llamamiento urgente para proteger el medio ambiente y que hoy, ante la aceleración de la crisis climática, se consolida como un símbolo de acción colectiva. Bajo el lema "Nuestro poder, nuestro planeta", este año la celebración se centra en la transición hacia energías limpias y la restauración de ecosistemas, temas críticos para asegurar un futuro habitable.

Crisis ambiental: cifras que alarman La Tierra enfrenta desafíos sin precedentes. Según la ONU, cada año se pierden 10 millones de hectáreas de bosques —equivalente a la superficie de Islandia—, mientras que un millón de especies están en peligro de extinción. La contaminación por plásticos, que acidifica los océanos, y eventos climáticos extremos —como incendios e inundaciones— afectan a millones de personas, agravando la pobreza y la inseguridad alimentaria.
El último informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) advierte que el calentamiento global ya alcanza 1,1 °C, con riesgos que se intensifican rápidamente.
Energías renovables: el eje de 2025 El lema "Nuestro poder, nuestro planeta" refleja la urgencia de abandonar los combustibles fósiles. La organización Earth Day Network exige triplicar la producción de energía limpia para 2030, meta respaldada por estudios que proyectan que países como Estados Unidos podrían abastecerse totalmente con renovables para 2035.
Este enfoque no solo mitiga el cambio climático, sino que combate la pobreza energética: 3.800 millones de personas carecen de acceso a un mínimo de energía moderna, perpetuando desigualdades. En México, iniciativas como el Sistema de Información sobre Cambio Climático buscan integrar soluciones locales con acuerdos globales como el Acuerdo de París, cuyos compromisos se revisarán en 2025 para aumentar su ambición.
Restauración de ecosistemas: una carrera contra el tiempo La ONU destaca que la salud de los ecosistemas es vital para la supervivencia humana. Su Decenio para la Restauración de Ecosistemas (2021-2030) promueve acciones como reforestación y agricultura sostenible, claves para capturar carbono y prevenir extinciones masivas. Ejemplos inspiradores incluyen a los "Campeones de la Tierra", galardonados por proyectos innovadores, como la regeneración de suelos en zonas áridas.
Sin embargo, la deforestación y la explotación masiva de recursos persisten. Solo en 2025, se espera que más de 140 países realicen plantaciones masivas de árboles y limpiezas comunitarias, acciones simbólicas pero necesarias.
Cultura y comunidad: reconectar con la Tierra El concepto de "Madre Tierra" trasciende fronteras. Para los pueblos indígenas andinos, la Pachamama representa un vínculo sagrado con la naturaleza, celebrado cada 1 de agosto con rituales de gratitud. En 2025, eventos como talleres en el Museo Universum de México enseñan a niños a separar residuos o entender el cambio climático, fomentando conciencia desde la infancia.
Un futuro en nuestras manos
El Día de la Madre Tierra 2025 no es solo una conmemoración, sino un recordatorio de que el planeta requiere acciones audaces y coordinadas. Como señaló António Guterres, Secretario General de la ONU, "debemos actuar con decisión para proteger nuestro planeta tanto del coronavirus como de la amenaza existencial de las perturbaciones climáticas". La transición energética, la restauración ecológica y la participación ciudadana son pilares para construir un legado de esperanza. El tiempo apremia, pero, como demuestran las millones de personas movilizadas cada 22 de abril, el poder colectivo puede transformar realidades.
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