Según los datos de afiliación a la Seguridad Social recientemente publicados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el número de autónomos y autónomas afiliados en el sector industrial manufacturero en agosto de 2019 era de 215.544, mientras un año antes, en agosto de 2018, el sector contaba con 230.534 trabajadores por cuenta propia. Esto supone que en el último año se han perdido 14.990 actividades industriales manufactureras, el 6,5% de las que había un año antes, y una pérdida media de 41 actividades diarias en el sector.
Para María José Landaburu, secretaria general de UATAE, “esta brusca bajada es especialmente significativa si tenemos en cuenta que rompe definitivamente el ciclo de crecimiento de autónomos y autónomas en la industria manufacturera que se había iniciado, después de los años más duros de la crisis, en el año 2013 y que continuó hasta 2017, si bien ya en 2018 se produjo una pérdida de tres décimas”. Entre 2013 y 2017, los autónomos y autónomas industriales aumentaron en 7.994; en 2018, bajaron en 661 (-0,3%).
La pérdida de actividades por cuenta propia en el último año en la industria manufacturera se produce en la mayoría de las comunidades autónomas, siendo de mayor a menor en términos relativos: Aragón, -2.339 (-24,9%); Cataluña, -7.077 (-15,3%); Navarra, -628 (-14,9%); La Rioja, -288 (-11,7%); Castilla-La Mancha, -887 (-6,7%); Comunidad Valenciana, -1.788 (-6,5%); Castilla y León, -706 (-5,6%); Galicia, -508 (-3,8%); Andalucía, -623 (-2,0%); Comunidad de Madrid, -317 (-1,9%); Extremadura, -82 (-1,6%); Asturias, -55 (-1,5%); Cantabria, -14 (-0,6%), y la ciudad de Ceuta, -2 (-2,3%).
Las únicas comunidades en las que ha aumentado el número de autónomos y autónomas en el sector en el último año han sido: Canarias, con +119 (+2,4%); Baleares, +91 (+1,6%); Murcia, +56 (+0,8%); País Vasco, +44 (+0,2%), y la ciudad de Melilla, con +12 (9,8%).
Para María José Landaburu, “esta pérdida de actividades de autónomos y autónomas en la Industria nos debe preocupar a todos y todas, ya que se produce en el sector estratégico para el desarrollo de una economía avanzada y sólida. Que se pierdan actividades por cuenta propia es siempre negativo, pero especialmente en la industria, ya que son actividades que necesitan un importante volumen de inversión, un mayor periodo de maduración y consolidación de la actividad y afianzarse en un mercado muy competitivo”.
“La atención al sector industrial manufacturero debe ser tarea prioritaria de actuación de todos los gobiernos; Estado, comunidades autónomas y municipios, cada uno apoyando en función de sus competencias, pero con el objetivo común de su modernización, innovación e internacionalización, especialmente a los pequeños, que son los que más ayuda necesitan. Apostar por la industria, la tecnología y la innovación es apostar por el futuro”, apunta Landaburu.
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