Seguimos dentro del círculo vicioso que comenté en verano del 2012. Ha pasado casi 1 año y seguimos no igual, sino todavía peor. Y es que la política de austeridad no nos llevaría a ningún sitio. El recorte del gasto además no se ha hecho donde se debía y se ha cargado contra la clase media castigando el consumo. A menor consumo, más paro y el mayor paro lleva a menos consumo. Seguimos dentro del círculo endemoniado de la economía española. Es una pescadilla que se muerde la cola y de la que no acabamos de salir.
Sobre las previsiones económicas, estamos en lo de siempre. A finales de 2011 fuimos muy negativos en las previsiones para 2012 en nuestro informe 'BG 2012', mucho más pesimistas que la mayoría de insituticiones y por supuesto mucho más negativos que las del Gobierno y lamentablemente incluso la realidad fue peor que nuestras realistas previsiones. Para este año 2013 en el Informe 2013 de 57 páginas, también eramos muy negativos con la economía española y decíamso que el Gobierno tendría que rectificar las previsiones. De nuevo, lamentablemente teníamos razón. Las previsiones de nuestro Informe estarán muy cerca de la realidad final. Y es que el Gobierno de Rajoy peca de lo que tanto criticó al anterior: ese infundado optimismo en las previsiones que posteriormente tienen que corregir. Y no es un asunto baladí, ya que el Presupuesto se realiza en función de esas previsiones que fallan más que una escopeta de feria y que se me hace difícil pensar que se hagan, pensando en que son las más probables de cumplirse.
Cualquiera que estudiara minimamente la situación de la economía española a finales de año comprobaría que hoy tenemos un nuevo penoso récord de parados: 6,2 millones de desempleados y un paro juvenil del 57,2%. Dato que no por previsible, deja de ser escalofriante. La economía española y en especial nuestro mercado laboral se desangra y nadie para la hemorragia. La reforma laboral como también comenté en su día, obviamente no era la solución ni la panacea, ya que abarataba el despido y por tanto que la sangría continuara con más facilidad. Y lo peor no es el dato de paro, lo peor es que seguirá subiendo. No hay que ser premio Nobel de Economía para imaginarlo. Queda, por mucho que lo retrasen, una reforma importante del sector público, queda todavía una importante reestructuración del sector bancario, los medios de comunicación siguen con graves problemas y siguen destuyendo empleo y seguimos con EREs en numerosas empresas de todos los sectores,incluso en los ligados al turismo como Iberia, Port Aventura, NHHoteles…
Sigo pensando lo mismo que comenté aquí en 2012, la austeridad impuesta por Alemania es un error garrafal, al menos para la periferia. Pero también es verdad que no podemos gastar más de lo que ingresamos o el Déficit seguirá subiendo y la siutación ya es insostenible. También es insostenible el sistema de pensiones y por eso se está estudiando adaptarlo a la nueva esperanza de vida e incluso adaptarlo a la complicada situación que tenemos y que de momento no tiene visos de cambiar.
Pero hay algo que es insostenible por encima de todo y es el obeso sistema de Administraciones Públicas. Duplicidades entre Estado, Autonomías, Ayuntamientos y Diputaciones. Sobran Ayuntamientos y sobra el número de políticos, asesores y puestos de libre asignacion donde el “enchufismo made in Spain” me da la impresión que continúa, a pesar del deterioro en Sanidad, Educación, Empleo…
Ahí sí que deberíamos recortar sin piedad, algo complicado dado, que generará parados en el sector de los políticos y Rajoy sería una especie de “Saturno devorando a un hijo”. Pero no tiene ningún sentido no haber empezado por ahí. Sería una buena manera de poder pedir esfuerzos posteriormente a la ciudadanía. Gastos en asesores, choferes, reformas de despachos millonarias de cada jefecillo de administraciones, gastos en monarquía (que de continuar ha de ser trasnparente), eliminar Diputaciones y Senado. En una palabra quedarse con lo imprescindible a nivel administrativo.
Hay tres maneras de reducir el Déficit, aumentar los ingresos o reducir los gastos, o la combinación de ambas. Desde luego, lo que no sería nada recomendable es intentar subir los ingresos subiendo más los impuestos. La subida de l I.V.A ha provocado más despidos y menos consumo y que continue ese circulo endemoniado del que hay que salir. Es más si queremos reactivar la economía necesitaríamos justo lo contrario.
Es cierto que será más complicado reformar además la mentalidad latina del “pelotazo” que llevamos prácticamente en el ADN. El más listo es el que gana más sin trabajar y desgraciadamente muchos de los modelos sociales de los jóvenes son gente que es famosa por ser hijo de o por dar patadas a un balón, por ser “tronista” y vivir de hacer “bolos” en discotecas. La mentalidad de emprendedor no está muy arraigada, aunque tampoco extraña con las pocas ayudas que se reciben si se toma ese camino. Por suerte muchos jóvenes ya entienden que al estar difícil que te “den trabajo”, igual se lo tiene que dar uno a sí mismo. Lo malo que muchos jóvenes se han tenido que ir de este país en busca de una oportunidad de trabajar y prosperar. El enorme y necesario gasto en Educación que aprovecharán otros países. En ese sentido por primera vez desde 1998 España ha perdido población.
Pero también hay que incluir en este artículo una pequeña dosis de esperanza y de justo optimismo. La prima de riesgo española por primera vez en mucho tiempo ha caído de los 300 puntos básicos y este jueves cierra en niveles ligeramente superiores. Siguen siendo niveles altos, pero niveles asumibles. Esto inmediatamente se traduce en una mayor facilidad de acceso a la financiación del Estado y de las empresas. En ese sentido sin duda estamos mejor que en verano de 2012, cuando el rescate total a nuestro país estaba a la vuelta de la esquina y en ese caso, la inacción de Rajoy, su decisión de no tomar una decisión sobre pedir el rescate y esperar, fue un tremendo acierto, que apenas ha sido valorado. Es verdad que es macroeconomía, pero esta mejoría puede ser un primer paso para que la mejora se traslade al tejido productivo, a las PYMES y a la economía real. Y también es verdad que se han dado algunos pasos en la buena dirección como la reforma del sistema financiero que debe de continuar yque seguramente se podría haber hecho mejor, pero que era necesaria, la eliminación de algunas burocracias absurdas, ley del mercado único, el plan de emprendedores y el fin de la permisividad con las abultadas deudas de los clubes de fútbol.
También es positiva la caída del petróleo que favorece que la inflacción esté controlada y junto al deterioro del crecimiento en el conjunto de la Eurozona abre las puertas a una próxima bajada de tipos de interés en la Eurozona, que yo daría prácticamente por asegurada. También es positivo que Europa parece haberse asustado por los resultados de la austeridad,algo que no entiendo como puede sorprender a nadie, ya que era lógico que esa política provocase el decrecimiento y la caída del consumo. De hecho las pruebas en Grecia así lo habían demostrado. Esperemos que Francia, Italia o España, países importantísimos dentro de la Eurozona hagan valer su opinión y provoquen un cambio de política que combine austeridad y crecimiento, algo que aunque parece incompatible no tiene porque serlo. En ese sentido Europa está permitiendo a los países con más déficit más tiempo para cumplir los objetivos y es más que probable que a España se le otorguen dos años más para llegar al objetivo del 3%. La austeridad por la austeridad, impulsada por Alemania y apoyada por países como Holanda están llevando a los países del sur de Europa a una depresión muy peligrosa también para el resto de países, por el efecto contagio y es hora de girar el timón.
Por último comentar que este viernes, como tantos otros viernes, tendremos anuncio de nuevos ajustes o nuevas reformas y las quinielas continuan. Creo que es un error que no haya una hoja de ruta clara y trazada para medio/largo plazo para nuestra economía. Damos la impresión de improvisación constante.
Estamos ante una situación muy complicada, que se viene germinando desde hace muchos años y que explotó entre 2007 y 2008 y en la que no se reconoció el problema hasta 2010. Una vez reconocido el problema, la velocidad en la actuación es muy lenta y corremos el riesgo de revivir la década pérdida de Japón.
Los mercados nos han dado un gran respiro, los inversores nos ven con mejores ojos, sería buen momento para dar un golpe en la mesa y tomar las decisiones necesarias para ajustar el Déficit pero no porque nos lo obligue Bruselas, sino para hacer de este país un país solvente y con futuro. Saque la tijera señor Rajoy pero donde apenas se ha utilizado y rompa el círculo endemoníado de la economía española.
Aquí es donde surge el rol de la doula, una figura que se ha vuelto cada vez más común y valorada en el apoyo integral durante el embarazo, el parto y el posparto.
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