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Kate hace los deberes como Duquesa | ||||||||||
| Diana sigue en el corazón de los ciudadanos | ||||||||||
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El real bebé inglés está dando mucho dinero a ganar, tanto a las arcas del poderoso estado como a las de sus abuelos maternos. Los padres de Kate Middleton, hoy Duquesa de Cambridge, esposa de Guillermo el primogénito del heredero a la Corona inglesa y ahora también madre del tercer aspirante en la línea dinástica, provienen de una familia humilde y en su día crearon un negocio de souvenirs turísticos.
EL nacimiento de un niño siempre es una alegría para los padres y la familia, en el caso que nos ocupa ha sido una alegría en mayúscula. Isabel II tranquila La reina Isabel II que vio temblar los cimientos de su trono, el más antiguo y arcaico de todas las monarquías existentes, y que pasó años angustiada por la boda de su hijo y heredero, Carlos, con la aristócrata Diana Spencer y por todo el culebrón que se suscitó en los medios de comunicación, no sólo por las diferencias de la pareja, más sonadas que las de los “Rose”, sino por las declaraciones en la BBC de Diana hablando muy claro sobre su bulimia, la desatención por parte de los miembros de la familia de su marido que eran los suyos en esos momentos y la explicación de que en su matrimonio “eran tres” y no dos como es habitual y que en donde hay tres : “no es posible el amor”, ahora, después de vivir eso y mucho más, parece que la reina respira aliviada al darse cuenta de que la elegida por su nieto Guillermo, hijo de la desaparecida Diana, hace los deberes como a ella le gustan. Diana tendría 52 años La princesa Diana de Gales tendría hoy 52 años, murió joven, a los 36, en el Puente D’Alma de París en un accidente de coche al lado de su nuevo amor, el egipcio Dodi Al Fayed, un accidente y una muerte en la que intervinieron muchos factores, algunos sin esclarecer y que la justicia ha cerrado dando carpetazo al asunto diciendo que fue un accidente y que no hubo otro móvil. Faltan pruebas, o eso parece, para saber si Diana murió en un accidente mortal o, como se ha escrito alguna vez, se trató de un accidente preparado. Diana, a pesar de estar casada con el heredero al trono de Inglaterra, quiso educar a sus dos hijos, Guillermo y Harry, de forma muy personal, lejos de asistentas, nannys y demás, cuando viajaba, lo hacía con frecuencia, procuraba tener un tiempo para hablar con sus hijos, como mínimo, dos veces al día. Les inculcó los valores en los que ella creía, los llevó a restaurantes baratos, disfrutó con ellos de los parques temáticos, les llevó a visitar enfermos de sida y albergues donde acogían a niños necesitados para que conocieran de cerca a los más desfavorecidos. Un vínculo de amor con sus hijos La princesa creó un vínculo de amor con sus hijos, fue su amiga, su confidente, los niños la querían y cuando murió eran demasiado jóvenes para quedarse sin esa madre que más que una princesa real fue para ellos su madre, sin más, sin corona, sin marido y sin trono, a pesar de los oropeles que la rodeaban.
Desde que murió Diana y se despejaron las relaciones sentimentales del que fuera su marido, Carlos de Inglaterra, quien se casó con Camila Parker-Bowles, la mujer que amó toda su vida, incluso antes de conocer a Diana, la presencia de Diana, aún muerta y descansando en la isla The Oval, siguió estando viva en el recuerdo de los ciudadanos ingleses. Apoyó a los más desfavorecidos Dejó su sello en el corazón de los ciudadanos, en el corazón de las entidades a las que apoyó, apareció involucrada en proyectos humanitarios, estuvo al lado de Nelson Mandela, del Dalai Lama y fue amiga de la madre Teresa de Calcuta estando a su lado en todas sus causas. Ayudó a enfermos del sida, a los leprosos, a drogadictos, a niños sin recursos con problemas de salud, trabajó en varias acciones en contra del uso de las minas anti personas, visitó Bosnia con la Red de Sobrevivientes de Campos Minados. El año en que ella murió la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersonas obtuvo el premio Nobel de la Paz.
La abuela paterna del neonato tenía algo indescriptible, algo innato, algo que podríamos llamar alma y cuya estampa sigue ahí, viva, sonriente, alegre, pensativa, elegante. Por lo tanto sustituirla es y será siempre imposible. Aún a pesar de que la Reina Isabel II suspira tranquila con su ausencia, ¿cómo soportaría Isabel II a Diana estando en la calle amada por todos? Difícil, lo hubiese tenido muy difícil. Es por eso que la elección de Guillermo debía ser perfecta, meditada, por suerte se enamoró de una chica que encontró en su misma Universidad, una chica que no era de su círculo, antes de oficializar su pedida la Casa Real estudió a Kate al milímetro, no querían caer en los problemas que Diana les propició. Kate una duquesa con aplomo
La Reina viendo cómo es querida esta pareja por la ciudadanía se está pensando en dejar el trono a su nieto y no a su hijo. Dos millones de ciudadanos esperando al recién nacido La prueba de fuego se ha visto estos días en que dos millones de ingleses se lanzaron a la calle para saber si nacía un niño o una niña. Los medios de comunicación se apostaron ante las puertas del hospital St.Mary tres semanas antes de nacer la criatura para poder captar las primeras imágenes. El mundo entero ha estado y está pendiente de esta pareja y de sus pasos. Han dado sus primeros pasos de “modernidad”, el padre tendrá tres semanas de permiso por paternidad y la madre, con George, no estará en su residencia del Palacio de Kensington sino que se establecerá un tiempo en casa de sus padres. Algo que ninguna Duquesa, ni Princesa Real, había hecho en estas circunstancias. Kate lo hace muy bien dice la ciudadanía, acompañada por un Guillermo que es el vivo retrato de su madre Diana en todo, algo tímido, bromista en las distancias cortas, muy sonriente, educado y cercano. Dos vestidos muy parecidos
Kate hace muy bien los deberes y puede que llegue a ocupar el corazón de los ingleses, pero la que todavía lo ocupa hoy es Diana, su recuerdo está vivo y más en estos días de tantos parecidos buscados o sencillamente fruto de la casualidad, ¿casualidad?, a mi me cuesta creer que los Windsor hagan algo por casualidad, así tal cual. |
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