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Comisiones y ecología bancaria | |||
| Depositar el dinero en los bancos no sale barato | |||
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No les descubro nada si les digo que habrán notado cierto cambio en el comportamiento de los empleados de sus entidades bancarias. A mí siempre me gustó el trato personal, el diálogo con el trabajador, la explicación y ese cierto interés personal que parecía mostrar por tu situación y por el dinero que con esfuerzo depositabas en una cuenta de ahorro. El otro día me llama la directora de la nueva entidad, fruto de una absorción; la eficiente empleada me hizo saber las nuevas normas que afectaban a mis productos, especialmente en el tema de comisiones. De forma directa y sin rodeos, me dice que si no quiero pagar comisiones debía hacer todos los trámites por el cajero o vía página web; no es que me moleste o suponga un sobreesfuerzo, pero me chocó la última frase: “usted no puede hacer uso del empleado de ventanilla”. Posteriormente, me indica que tampoco se iban a enviar mis movimientos, es decir, recibos, domiciliaciones, extractos y pagos por correo postal. Cualquier copia de los mismos debe sacarse por internet, lo que implica que el papel, la tinta y la conexión ADSL corre por cuenta del cliente. La directora con una amplia sonrisa, me informa que no es por ahorro de la entidad sino por conciencia ecológica, respeto al medioambiente y para evitar la sobreexplotación de los bosques. Todo seguido, tacha con una “X” en un formulario en el que acepto recibir correo postal comercial, así que en pocas palabras le manifiesto mi intención de llevar la conciencia ecológica un paso más allá y evitar dicho correo, pero lamentablemente, el documento no contempla esa opción. Le transmito mi negativa a que llenen mi buzón con propaganda que posiblemente ni abra, ni lea y que irá directamente al contenedor azul del reciclaje. La directora manifestó su sorpresa ya que afirmaba no era una petición común, que generalmente los clientes aceptan recibir correo de buen grado, pero, claro, la conciencia ecológica sólo se hace coincidir con los intereses comerciales de la entidad financiera y no con el cliente. |
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