'Cruce de caminos' (The place beyond the pines) es una de esas buenas películas que, por razones que escapan a mi comprensión, permanecen meses y meses en el limbo aguardando ser estrenadas en nuestro país. Afortunadamente todo llega, la espera ha terminado.
La nueva cinta de Derek Cianfrance, director de la estupenda 'Blue Valentine' (también protagonizada por Ryan Gosling), nos narra de modo cronológico tres historias distintas íntimamente enlazadas entre sí. En mi opinión la mejor de todas es la primera de ellas, la protagonizada por Ryan Gosling, quien da vida a Luke, un experto motociclista de acrobacias de un espectáculo itinerante. Un tipo solitario y atormentado, un bala perdida con numerosos tatuajes, cabellos oxigenados y camisetas raídas de Metallica que recibe la sorpresiva noticia de que es padre de un niño de apenas un año.
La madre de la criatura, interpretada por Eva Mendes, ni le pide cuentas ni le abre las puertas de su casa, pero aún así Luke se empecina en “cuidar” de la familia, ayudar económicamente en la medida de lo posible. Pronto verá que la única salida para un tipo como él de ganar dinero será el robo de bancos. Lo más destacado de esta historia es la interpretación de Gosling, para mí uno de los actores con mayor carisma del panorama actual. Sus miradas, gestos y personalidad traspasan la pantalla, haciendo muy creíble a su problemático personaje. También las escenas de los atracos a gran velocidad, rodados con nervio y tensión, junto a otras más entrañables e íntimas conforman una historia muy bien construida.
En la otra cara de la moneda está Avery Cross, el héroe policial interpretado por Bradley Cooper, que es protagonista de la segunda historia del film. Éste sí es un padre y cabeza de familia con todas las de la ley (nunca mejor dicho), aunque también deberá enfrentarse a diversos problemas inherentes a su oficio. Nadie está libre de sufrir en la vida, aunque unos tengan más estrella que otros. En esta parte de la película es de destacar la presencia de Ray Liotta, la correcta interpretación de Cooper (muy alejada de sus típicos papeles en comedia romántica) y el giro que da la trama.
La última historia que nos cuenta Cruce de caminos (también la más sosita) ocurre unos años después de las dos primeras, y tiene como a protagonistas a los hijos de Luke y Avery. Los adolescentes se conocen casualmente en el instituto y comienzan una relación de amistad que no les llevará a nada bueno. En el desenlace tiene lugar la moraleja de la cinta, el tema subyacente de este drama generacional: en ocasiones, aunque no sea su intención, los hijos repiten “sin querer” los errores de sus padres. Aún en distintas circunstancias las decisiones que se toman, los caminos a seguir suelen ser similares, hallando ese paralelismo entre las vidas de progenitores y vástagos.
Derek Cianfrance arriesga y mucho con este film ya que no es la típica película que siga una estructura clásica alrededor de un protagonista. Al dividir la trama en tres historias distintas (aunque conectadas) se pierde cierta continuidad, los giros entre historias pueden resultar demasiado bruscos, al igual que el propio género de cada historia. Si la primera es un drama criminal, la segunda es un drama policial y el tercero un drama adolescente. Sí, todos tienen en común el elemento drama, que es al fin y al cabo el predominante de la película, un drama sombrío sobre las relaciones familiares y la toma de decisiones, pero quizás adolezca al final de cierta pérdida de consistencia como conjunto. Lo cual hace que las cerca de dos horas y la media de metraje se hacen un poquito largas.
Esos serían los puntos débiles de Cruce de caminos, los fuertes son las interpretaciones, lo ambicioso de la propuesta y un duro, aunque segmentado, guión que no da ninguna concesión al espectador. Una buena película en definitiva, muy interesante, con una estructura poco vista y un sorpresón a medio metraje que cambia completamente el panorama. Da la impresión de que tenía las mieles suficientes para haber sido una película excelente, pero a pesar de sus fallos el resultado final está muy por encima de la media.
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