| Ficha técnica | 100- Real Madrid: Darden (3), Llull (14), Rudy Fernández (11), Mirotic (18), Bourousis (2) -cinco inicial--; Sergio Rodríguez (14), Carroll (18), Draper (0), Dani Díez (7), Reyes (5), Slaughter (6) y Mejri (2).
61- Bilbao Basket: Raúl López(3), Bertans (0), Mumbrú (16), Hervelle (7), Kavaliauskas (9) --cinco inicial--; Grimau (4), Pilepic (5), Germán Gabriel (13), Carmichael (4) y Vrkic (0).
Parciales: 25-24, 28-11, 20-16 y 27-10
Árbitros: Bertrán, Pérez Pérez y Cortés.
Incidencias: 7.523 espectadores en el Buesa Arena. |
Datos destacables | Lo mejor: Sergio Rodríguez Espectacular durante todo el partido, se convirtió en el perfecto director de juego para los suyos. Dio un autentico recital de asistencias en el Buesa Arena. Terminó el choque con 28 puntos, 14 puntos y 12 asistencias.
Lo peor: la actitud del Bilbao Basket Hay formas y formas de perder los partidos, aún teniendo en cuenta que el equipo está en fase de acoplamiento por los numerosos cambios. Los bilbaínos se desdibujaron del partido tras el primer cuarto y, no tuvieron ni el carácter ni el orgullo suficiente para volver a meterse en el choque. |
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El Real Madrid arrolla al Bilbao Basket y se mete en la final (100-61). El vendaval blanco hizo añicos a un Bilbao Basket que aguantó el tipo en el primer cuarto pero que se diluyó del choque dejando jugar a los pupilos de Laso a su antojo. Los vascos con una defensa poco agresiva fueron incapaces de competir con el Real Madrid; después de los diez primeros minutos, se acabó el partido y comenzó la exhibición blanca con un recital de tiro desde la línea de tres.
Y eso que el partido empezaba con muy igualado con Mumbrú ejerciendo de capitán y dirigiendo a su equipo para lograr un parcial de 0-5 a su favor. Mumbrú campaba a sus anchas por el parqué, anotaba diez puntos en siete minutos, y los madrileños aguantaban el tirón gracias a su acierto desde la línea de tres. Carroll que salía a la cancha con la munición bien cargada adelantaba a los suyos, que ya no perderían la ventaja. El cuarto terminaba con unos minutos de juego intenso por parte de los dos equipos y con un marcador muy igualado 25-24.
En el inicio del segundo cuarto se terminaba el partido para los pupilos de Pueyo y los blancos empezaban a jugar a su antojo. Metía el Real Madrid la directa y le endosaba un parcial de 8-0 a los “hombres de negro”, Pueyo tenía que pedir tiempo muerto para intentar frenar la sangría blanca. Pero de nada servían las indicaciones del técnico vasco y, sus pupilos dejaban a los madrileños jugar con demasiada comodidad con una defensa muy poco agresiva. Se borraban los bilbaínos del choque y los blancos continuaban con su festival de triples, diez en esta primera mitad, para llegar al descanso con un colchón de 18 puntos (53-35).
Tras la salida de vestuarios el choque seguía con el mismo guión, los blancos campando a sus anchas por el parqué y los bilbaínos desaparecidos. Demasiadas perdidas de balón para los de Pueyo que los madrileños aprovechaban para castigar a su rival. Sergio Rodríguez se convertía en el protagonista en la cancha con un recital de asistencias encontrando siempre el hueco perfecto. El conjunto blanco llegaba a los diez minutos finales con el choque sentenciado y con una ventaja sonrojante en el marcador (73-51).
Los diez minutos finales servían para que el Real Madrid continuase con su recital ante un Bilbao Basket sin carácter. El atractivo del choque ya no se centraba en saber si los bilbaínos lograrían o no la remontada si no, en saber si los blancos lograrían superar el record de triples en un partido ACB. Pero no pudo ser y, con 19 triples se quedaban a uno de superarlo. Los de Laso se lleva la victoria con una gran exhibición de juego ante una Bilbao Basket que solo apreció en el primer cuarto (100-61).
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