De pronto todos se han puesto a ponerle precio a la independencia de Cataluña. Uno, romántico empedernido, creía que eso era cuestión de sentimientos, de amores o al menos de afectos. Pero parece que no; Artur Mas retiraría su apuesta independentista -esa que le esta haciendo perder votos- si el odioso Estado español, el que sojuzga a Cataluña, invirtiese en aquella bendita tierra lo que Convergencia diga, es pues cuestión de dinero. Si tuvieran un concierto vasco no habría ni amenazas ni insultos a España...
El PSOE se rompe la cabeza en cada congreso para no dejar descolgados a sus socios del PSC, si los socialistas buscan un Estado Federal es para garantizar más ingresos a Cataluña... Ahora Alicia Sánchez Camacho realiza una nueva proposición, indecente, de financiación para Cataluña, unos y otros mezclan "la pela es la pela" con sentimientos de identidad, le están poniendo un precio a la independencia como a la permanencia... Si las cosas siguen así pronto la independencia de Cataluña se subastará en eBay: ¿quién dará más a Mas?.
No está de más (vaya, otra vez) recordar que no estaríamos en esta situación si nuestros próceres, ésos de los que tanto se vanaglorian los partidos, no nos hubieran conducido a esta situación de chantaje... pues de dinero se sigue tratando, Catalunya ens roba, oiga.
De patochadas en patochada, recordemos que todos los presidentes de los gobiernos se han bajado los pantalones cuando han necesitado el voto de los catalanistas para seguir en el gobierno, fortaleciendo vez tras vez, elección tras elección, las ansias supremacistas de los catalanistas. Aún reconociendo la cara dura de Aznar que tenía relaciones sexuales con su mujer en catalán (...bueno, ustedes se acuerdan) cuando electoralmente le interesó, cabe dar el premio a la mayor burrez a ese presidente socialista que se comprometió nada menos que a aceptar "lo que salga de este Parlament", presidente inepto donde los haya que ahora es incluso rechazado por muchos de los suyos que empiezan a aceptar su nefasta labor económica y política.
Y mientras tanto, mientras todos se desgañitan en premiar la deslealtad de las instituciones catalanas, que no de Cataluña ni de los catalanes, buscando soluciones económicas -siempre hay un precio según ha quedado claro- nadie parece acordares de los territorios discretos, que no plantean retos al Estado, que sumisos y borreguiles parecen destinados a bailar el ritmo económico y político de los nacionalismos periféricos, que mientras nos esquilman con "konziertos ekonómikos" o chantajes similares dirigen, con sólo un puñado de diputados, las políticas sociales, económicas y generales de toda España.
Si los españoles somos iguales ante la Ley, ¿por qué ha de haber konziertos o financiaciones a la carta precisamente para los más ricos, para los más desarrollados, para aquellos que desde el franquismo se han beneficiado de sus "hechos diferenciales"?.
Artur Mas quiere conseguir que la España opresora le financie sus embajadas, sus teles autonómicas, los supersueldos de sus directivos y, tal vez, el tres por ciento de toda operación económic que se cierre enCataluña. Cuando la tarta a repartir es la que es... ¿Por qué algunos del PP o del PSOE están dispuestos a dar más al que más tiene?.
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