| Ficha técnica | CA Osasuna: Andrés (0); Marc Bertrán (1), Arribas (1), Flaño (1), Damià (1); Silva (1), Loé (0), Roberto Torres (1), Armenteros (1), Cejudo (1); Oriol Riera (1).
UD Almería: Esteban (2); Nelson (1), Pelle (1), Torsiglieri (1), Dubarbier (2); Tébar (1), Trujillo (1), Aleix Vidal (2), Azeez (1), Soriano (2); Rodri (2).
Goles: 0-1 (m.17) Rodri.
Cambios: Núñez (0) entra por Armenteros (m.45); Óscar Díaz (1) entra por Soriano (m.60); García Maurin (2) entra por Loé (65); Puñal (1) entra por Cejudo (m.79); Raúl García (1) entra por Aleix Vidal (m.85); Barbosa (1) entra por Rodri (m.90)
Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano) (1/3). Amonestó a los locales Riera y Damià. Los jugadores andaluces que vieron amarilla fueron Tébar, Óscar Díaz y Vidal.
Incidencias: El Sadar (Pamplona). 14.000 espectadores. |
Datos destacables | Lo mejor: Debut de García Maurin El jovencísimo canterano osasunista dejó destellos de calidad. Volverá a repetir.
Lo peor: Osasuna vuelve a las andadas El equipo no da muestras de remontar el vuelo y corre peligro de que se vuelva a la tónica con la que el equipo comenzó
El dato: 22 años tienen de diferencia Esteban, portero del Almería, y José Manuel García, el canterano debutante en Osasuna. |
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La peligrosa vuelta a los comienzos. La apatía, que vuelve a asomar la cabeza. La agobiante sensación de no encontrar la tecla. Osasuna perdió ante el Almería no solo tres puntos vitales para una temporada que se augura, una vez más, dramática. Osasuna perdió la oportunidad de establecer un mínimo colchón sobre el descenso, y lo que es más importante, perdió la oportunidad de despejar posibles fantasmas de cara a las dos semanas de descanso que hay por delante. Por contra, el Almería saca encuentra petroleo casi sin buscarlo. Un error garrafal de Andrés Fernández y la habilidad para dormir el partido les sirvió a los andaluces para certificar tres puntos que saben a gloria por el sur, ya que les permiten, con toda seguridad, abandonar el descenso.
El cuento de (casi) siempre
La primera parte siguió el patrón que tantas veces se ha visto en El Sadar: un comienzo más o menos intenso, para desinflarse a los siete u ocho minutos de juego. Osasuna, estancado, no supo situarse sobre el terreno de juego, y la lentitud en las transiciones y combinaciones fueron la máxima dominante durante los primeros quince minutos. Si, además, fallan aquellos aspectos que siempre terminan por cumplir, el resultado no podía ser otro: a los 17 minutos de juego y en un córner muy cerrado de Dubarbier, Andrés Fernández no acertó a bloquear y el balón quedó manso a los pies de Rodri, que empujó a placer.
Con el resultado en contra y toda la primera parte por delante, el panorama era desolador. Contribuía en gran medida la sensación constante de no haber un plan, de que los pases y las posesiones que a duras penas mantenía Osasuna, no perseguían un fin claro: el balón se lo pasaban, sí, pero la carencia de ideas de los jugadores de ataque terminaba por frustrar cualquier mínima ocasión de peligro.
Inmersos en la incertidumbre de no saber qué hacer, Cejudo era el único que parecía tener claro que si no se tira, no se hacen goles. Lo probó, casi siempre que pudo, pero sus intentos quedaron frustrados por un Esteban magnífico, empeñado en dejar un recuerdo de porterazo a sus 38 años.
La chispa que se necesitaba
Tras la vuelta de los vestuarios el panorama no cambió un ápice: la mansada vista por los más de 14.000 parroquianos que se dieron cita en El Sadar se prologó diez minutos de la reanudación, y la escaleta de imprecisiones se cumplió a rajatabla. Armenteros, que volvía tras lesión, fue sustituido tras dejar serias dudas siquiera de si había estado presente en la primera parte, y Raoul Loé, “cerebro” de la sala de máquinas osasunista, no está capacitado para dirigir el ataque de ningún equipo. Con la ausencia de referentes en ataque y la ilusión que se mascaba en Pamplona desde hacía ya varios días, el debut de José Manuel García Maurin parecía cantado. Y así fue. El joven canterano rojillo ocupó el lugar en la medular dejado por Loé, y a pesar de los nervios propios del principiante que le forzaron a perder dos balones, García Maurin demostró que sabe de que va esto. Más aún cuando a falta de veinte minutos ocupó un lugar más adelantado en las líneas rojillas, y demostró su capacidad de desborde usando como sparring al exosasunista Nelson, al que rompió la cadera en una de las internadas que bien pudieron significar su debut también en el apartado goleador. Y es que no se sabe si por la fuerza de la voluntad o porque el chaval está realmente capacitado para el fútbol, Osasuna cambió la cara y pudo incluso empatar.
Sin embargo, ahí aparecía Esteban, que se bastó él solo para parar a Osasuna. Con un Osasuna bastante volcado y el Almería sin ver peligrar de forma clara su ventaja se llegó al final, poniendo fin al segundo de los capítulos finales que ya en noviembre tiene que disputar Osasuna, y que esta vez se salda con derrota. El Almería, con estos tres puntos, supera a Osasuna, y el equipo rojillo pasará a ocupar una de las plazas de descenso. Con la situación del equipo, estas dos semanas van a ser largas en la capital del Reyno.
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