El FC Barcelona sacó los tres puntos en su visita a Butarque (1-2) gracias a dos goles a balón parado en la segunda parte, obra de Luis Suárez y Arturo Vidal, en un partido pobre de los culés, que aguantan el liderato en Primera División tras la decimocuarta jornada de Liga, donde lo mejor fue para los blaugranas fue el resultado.
El liderato seguirá en manos de un Barça que gana, pero no emamora. Esa fue la conclusión de su pírrica victoria en el sur de Madrid. El contexto no ayudaba tras el parón FIFA y el hambre de su rival, aunque la segunda parte sobró y bastó para que se llevaran una victoria "urgente" antes de medirse al Dortmund en 'Champions'.
El equipo de Valverde salió sin patrón y con un centro del campo improvisado que sufrió contra el muro de hormigón que construyó Javier Aguirre. Además de los cinco de defensas, Rubén Pérez -que volvió tras dos meses lesionado- fue uno más achicando agua. El Barça tuvo un dominio estéril y pagó muy pronto su indecisión con una jugada sensacional de los pepineros.
Roque Mesa sacó la escuadra y el cartabón, marcó los tiempos y entregó el cuero a En-Nesyri, que hizo magia en el borde del área. El marroquí, que llegaba a la cita tras marcar con su selección, adelantó al Lega con un gol de bandera que superó a Ter Stegen por la misma escuadra. El 'efecto Aguirre' empezaba a tener resultado, sobre todo por la inacción de su oponente.
El Barça se quedó 'grogui' y acusó su peor momento del duelo, sólo iluminado por De Jong, y sufriendo por la fragilidad de sus laterales. Junior Firpo volvió a ser un caramelo para el rival, situación que aprovechó Óscar para inquietar nuevamente la portería culé. El canterano madridista la estrelló en el lateral de la red en otra buena ocasión del Lega.
A partir de ahí, corría el minuto 25, el Lega cedió la iniciativa y los de Valverde vieron la luz en sendas oportunidades de Luis Suárez. El uruguayo perdonó un mano a mano, muy bien salvado por Cuéllar, y acto seguido hizo estirarse al extremeño en un cabezazo que buscó el palo largo con muy mala leche. Al Lega se le hizo larga la primera mitad, pero el botín era magnífico, inimaginable para el colista.
La segunda parte lo cambió todo. A falta de juego y picante en los metros finales, con Messi retrasado y Griezmann sin presencia, el empate de los blaugrana llegó a balón parado. Avisó primero Piqué con un remate al palo y cinco minutos después, en una falta en tres cuartos de campo, Leo encontró a Suárez y éste no la llevó al fondo de las mallas con la complacencia de la zaga pepinera.
El charrúa remató sin oposición en el corazón del área y llevó la lógica al marcador. No tanto por la creación del Barça, sino por la renuncia de un Lega que sólo pudo despejar cada ocasión de su rival. La remontada del Barça era cuestión de tiempo. Valverde se dio cuenta y pobló su centro del campo aún a riesgo de perder a De Jong, su mejor hombre, pero con el objetivo de amasar más el balón.
GOL CON FORTUNA DE VIDAL
Rakitic y Vidal dieron más fuerza y más orden a los suyos. De hecho, el chileno fue quien salvó los muebles de un Barça que encontró la fortuna en otra jugada a balón parado, donde más sufrió el Leganés. Vidal remató en fuera de juego en un córner, pero el balón vino de Rubén Pérez y el árbitro, tras consultar con el VAR, decidió darle validez al tanto.
Los de Aguirre no pudieron cambiar su registro, jugaron con la lengua fuera toda la segunda mitad, aunque dieron la sensación de poder haber hecho algo más para contener a un Barça que -ni mucho menos- está cerca de su mejor versión. No hubo acercamientos con peligro para el empate y Cuéllar salvó el 1-3. El Barça seguirá líder, pero no sin haber sufrido para imponerse al colista.
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