Un nuevo estudio científico ha identificado las áreas protegidas más importantes para prevenir la extinción de mamíferos, aves y anfibios del mundo. Como resultado de una colaboración internacional, este análisis, publicado en 'Science', proporciona consejos prácticos para mejorar la efectividad de las áreas protegidas en la conservación de la biodiversidad global.
El estudio calcula las áreas protegidas individuales imprescindibles sobre la base de datos de 173.000 áreas protegidas terrestres y evaluaciones de 21.500 especies en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El análisis compara la contribución de cada área protegida a la supervivencia a largo plazo de las especies.
Los científicos localizaron 78 sitios (que comprenden 137 áreas protegidas en 34 países) como excepcionalmente insustituibles, que, en conjunto, albergan la mayoría de las poblaciones de más de 600 aves, anfibios y mamíferos, la mitad de las cuales están amenazadas a nivel mundial. En muchos casos, estas zonas protegen especies que no se encuentran en ningún otro lugar, como el pato 'Anas laysanensis', un ave endémica de las islas de Hawai, Estados Unidos, y las 13 especies de anfibios restringidas al Parque Nacional Canaima, en Venezuela.
Muchas de estas áreas insustituibles ya se han designado como de "valor universal excepcional" por la Convención del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Estos sitios incluyen las famosas Islas Galápagos de Ecuador, el Parque Nacional de Manú, en Perú, y la cadena montañosa de los Ghats occidentales, en India.
Sin embargo, la mitad de la superficie cubierta por estas áreas no tiene el reconocimiento de Patrimonio Mundial, como por ejemplo el Parque Nacional de las Montañas Udzungwa, en Tanzania, el humedal de importancia internacional de la Ciénaga de Zapata, en Cuba, y, el sitio más insustituible en el mundo para las especies amenazadas, el Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia.
"Todos estos lugares excepcionales serían fuertes candidatos a Patrimonio de la Humanidad", afirma el autor principal del estudio, Soizic Le Saout. "Este reconocimiento garantizaría la protección efectiva de la biodiversidad única en estas zonas, teniendo en cuenta los rigurosos estándares requeridos para ser Patrimonio de la Humanidad", agregó este experto.
A diferencia de evaluaciones anteriores centradas en aumentar el número de espacios protegidos, este estudio pone de relieve la necesidad de mejorar la gestión, a menudo insuficiente, de las áreas protegidas existentes. "La Reserva Forestal Protectora Páramo de Urrao, en Colombia, por ejemplo, en realidad no existe, lamenta Paul Salaman, experto en Biodiversidad y director ejecutivo de Rainforest Trust. Fue creada legalmente en 1975, pero nunca se tradujo en una gestión en el terreno".
"Las áreas protegidas sólo pueden cumplir su papel en la reducción de la pérdida de biodiversidad si se gestionan con eficacia, añade Simon Stuart, presidente de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN. Teniendo en cuenta los presupuestos limitados para la conservación, aunque no siempre es el caso, a lo que los gobiernos deben prestar especial atención es a la eficacia de la gestión de las áreas protegidas altamente irremplazables".
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