El miércoles el presidente Trump suscribió un acuerdo con China que parcialmente pone fin a la guerra comercial que inició hace un año y medio. En virtud de la llamada “fase uno” del acuerdo, China aceptó mayores protecciones para los derechos de propiedad intelectual y secretos comerciales de las empresas de tecnología de Estados Unidos.
China aceptó además incrementar las importaciones de mercaderías estadounidenses en 200.000 millones de dólares para fines de este año.
Esto tiene lugar cuando está previsto que el Senado estadounidense apruebe hoy el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, que reemplazará al NAFTA, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte alcanzado en 1994.
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