Se apagó la genialidad del Gabo, del escritor irreverente y valiente que hizo posible que muchos iniciáramos el camino de la búsqueda de Macondo, del conocimiento de una Latinoamérica que sólo él sabía describir. Se nos fue aquel que se consideraba a si mismo aprendiz de algo llamado literatura que decía no saber exactamente que era. Y se nos fue en un momento en que la tinta y la palabra son hoy más que nunca necesarias, útiles para clamar justicia y libertad, imprescindibles para construir un presente y futuro de igualdad para los que estamos y estarán.
Y es que , el Gabo hizo de la palabra lo que de la poesía decía Gabriel Zelaya :una arma cargada de futuro . Un arma que hoy más que nunca se muestra necesaria e imprescindible frente a la corte de fariseos que han hecho posible que la palabra y el periodismo que tanto amo Gabriel García Márquez sean prostituidoa al albur del poder económico y del neocapitalismo, ese que hoy lleva a la pobreza a una gran parte de nuestra sociedad a través de reformas y contrarreformas que sólo sirven para erosionar los pilares de los derechos y las libertades.
Hoy ,cuando la noche es más noche y la tinta se queda huérfana en una eterna soledad mayor a la de los 100 años vividos en un Buendía de Macondo , reivindicar a este escritor es tener la militancia activa de luchar por cambiar las cosas, de seguir creyendo que el socialismo es una posibilidad real, una buena solución para un mundo injusto y oscuro en donde la economía ha impuesto su poder frente a la política, un mundo en donde el poder del dinero ha doblegado al poder del pueblo al espíritu del que nace el propio significado de la democracia. Un poder en definitiva que debe ser contrarestado desde la militancia activa de la ciudadanía para decir no a través de la participación y la movilización, a través de la palabra y la acción , a través del compromiso y la coherencia, señas de identidad todas estas de este nomada de nuestro tiempo que fue Gabriel García Márquez.
Un nomada transeúnte permanente, constante entre los paradigmas de un tiempo el nuestro ,cargado de contradicciones que aún así no erosionaron su voluntad de hierro en que el mundo, este mundo todavía podía ser un espacio de convivencia, igualdad y libertad si los que creemos que es posible luchamos por ello. Por ello, hoy no es aún Mala hora ni todavía demasiado tarde para construir una utopía que nos permitiera compartir la tierra.
Parece que algunos medios vienen a decir que no ha sentado bien por estas tierras que algunas multinacionales de la gran comunicación —modelos del gran capitalismo operante—, que se ventila en las redes sociales, no hagan caso a los jefes políticos de aquí y hayan decidido pasar de la censura, siguiendo la nueva tendencia política, con destino a ser exportada.
Se suele afirmar que la realidad supera a la ficción, aunque no queda claro a qué se refiere dicha aserción, pues la ficción suele inspirarse en la realidad, por aquello del Arte imitando a la Naturaleza. Lo que sí parece es que tendemos a preferir la ficción, cuyos contornos se nos ofrecen siempre definidos y cuyo desarrollo atesora una lógica interna expresada en forma de relato, de diálogo o de variadas formas audiovisuales.
González Amador está acusado de dos delitos de fraude fiscal y un tercero por falsedad documental y proponía asumir ocho meses de cárcel y pagar unos 525.000 euros para evitar ir a juicio, con lo que reconocía sus delitos y sería un "defraudador confeso" (D.C).