Días atrás me quedaba a cuadros después de recibir la llamada de un amigo que me decía que viera un informativo, sentado para no caerme. Apareció una candidata al parlamento europeo (PE), sentadita en silla de ruedas, diciendo que con la movilidad reducida se había dado cuenta de "las barreras arquitectónicas que todavía hay que suprimir" y que elevaría el asunto "a Europa como elemento prioritario para hacer las ciudades más accesibles y que los bordillos de las aceras no sean un obstáculo".
Me quedé a cuadros. No hace falta hacer mucho para hacer accesibles las ciudades, basta con que se cumpa la legalidad, porque por falta de leyes no es. De ganas es posible. Tenemos desde 1982 leyes que obligan a ello, pero no seré tan fatuo de creer que la candidata no lo sabe. Lo sabe o debería, porque no ha mucho fue Secretaria General de Infraestructuras. Yo lo de la movilidad lo llevo mal, especialmente lo del transporte, y en ese aspecto me permito trasladar aquí el recuerdo de una cascá de las comarcas textiles, que en el día más frio del 2010 estuvo pasando frio en las puertas de la estación de Joaquín Sorolla.
Lo que me llenó de estupor fue el que la “eventual” mostrara su imposibilidad de participar en actos de campaña fuera de su comunidad, aludiendo a la necesidad de pernoctar en casa para recibir ayuda para las tareas más elementales. Después vi algunas imágenes en que se le veía desplazarse en silla de ruedas empujada por un “sherpa”, mientras ella portaba dos muletas. Deduje que podía desplazarse como vertical, con las muletas, en distancias cortas y sentadita para distancias medias.
Yo creo que se equivocaba. Sabe que Valencia dista de Madrid una hora y quince minutos, pudiendo desplazarse en la plaza H, la destinada a viajeros en su silla de ruedas, o pasándose a un asiento normal. En cambio, si pretende viajar en tren de cercanías en la zona de Valencia…. ir a Navajas, Nules, Cheste o Cocentaina viajando en silla de ruedas no es posible.
Mientras en estaciones de cercanías es posible acceder: Madrid (37), Asturias (11), Sevilla (20), Barcelona (8), Málaga (23), en Cádiz y Zaragoza, están todas adaptadas, en Valencia y Alicante ninguna. En esas líneas casi todos los trenes que circulan son CIVIA, tren accesible con una zona a nivel de andén. En cambio en las zonas de Valencia y Alicante hay algunas estaciones que han ido adaptándose y en dos de ellas, la C1 y C2 de Valencia (las que van a Gandía y Xàtiva) hay trenes CIVIA, pero es imposible saber cuándo van a pasar porque RENFE no establece la frecuencia de paso. Y no cuento en las de Alicante y resto de Valencia, donde no hay ningún tren CIVIA y nada se sabe de la adaptación de los de la serie 447 que se estableció para esas líneas. Para saber cuándo pasa un cercanías accesible en las dos líneas que tienen algún CIVIA hay que llamar el mismo día. Y así no se puede programar una campaña electoral, ni visitar a la abuela que vive en otro pueblo de la línea.
Al tiempo, se presentaba como candidato al PE un cascao. Y cuando hablo de cascao no me refiero a un plebeyo del casquerio, estoy hablando de la más alta nobleza: del titular de una atrofia muscular espinal (AME). Y digo nobleza porque se nace con ella y conlleva el tener sangre azul y no rebajarse a hacer trabajos manuales, ni darse la vuelta en la cama, que para eso está la servidumbre.
Total que el de Zaragoza, nacido en la otra orilla del Atlántico, lo ha tenido más fácil para hacer campaña en las tierras del Pilar porque la línea de cercanías tiene todas las estaciones adaptadas y trenes accesibles.
Y ahora viene el follón, porque el de plantilla va a apañárselas para estar en Estrasburgo para pillar escaño iba a decir, pero él lo lleva incorporado al culo. Mientras que la eventual en todo caso retrasará sentarse en el escaño un tiempo. La cuestión es qué preferimos, que se debata en el parlamento: la accesibilidad o la autonomía personal.
Para mí lo de legislar en materia de accesibilidad sobra, hay directivas, leyes nacionales, autonómicas, ordenanzas municipales,… por encima del Everest y si algo cabe legislar es el que se cuelgue de un pino al responsable (arquitecto, autoridad o constructor) de que una obra no se ajuste a la legalidad. Las leyes están para cumplirse y si cuando una obra pública está mal hecha no se paga hasta que se rehaga y no se otorga una licencia pública a un edificio o comercio que no es accesible, el asunto se apañaba en 2 meses. Eso sí, cambiaria la balanza porque se pasaría de ser comprensivo con el infractor de la normativa, a serlo con el sufridor. Y cuando digo sufridor me refiero tanto a la persona con movilidad reducida como al “sherpa” (persona que empuja una silla de ruedas) que se desloma empujando para cruzar el puente puente Assut de l'Or o pasear por el Parque de cabecera, ambos en Valencia.
Lo imprescindible es que se debata sobre la realidad de las personas discriminadas por su casquerio. Y en ese sentido la presencia del eurodiputado cascao fijo es impagable por lo que de reflexión va a llevar a los europarlamentarios verticales o de serie. A la memoria me vienen los cascaos griegos que en otoño de 2012 reclamaban en las calles contra el abandono social al que se les sometía por cuestiones de una crisis que no habían creado. Después llegó el encierro de compañeros del FVI en la sede de la delegación de la Comisión Europea en España, pidiendo que el rescate financiero que iba a solicitar España a la UE garantizara la atención a las necesidades de las personas que precisan asistencia personal para desarrollar las actividades que les permitan residir en sus domicilios, contando con los apoyos y recursos necesarios para vivir en sus comunidades y evitando la institucionalización con sus alcaides.
Tengo la certeza de que “el tontito” va a realizar un trabajo impagable como calibre del nivel de concienciación de los compañeros de cámara sobre las necesidades de los cascaos que precisan apoyos para todo. Pablo, que así se llama el “tontito”, tal como reconoce, no puede levantar un vaso de agua y por tanto cuando hable en la tribuna de oradores alguien tendrá que acercarle el vaso a la boca. Otra cosa es lo de darse la vuelta en la cama un par de veces por la noche para no llagarse, o la de aliviar la vejiga o rascarse la coronilla. Lo de limpiarse el culo no lo digo, que Marcial se cabrea.
La otra cuestión que me da morbo es la financiación de la intendencia, porque Pablo dice que la asistencia personal de 11 horas al día vale unos 2000 euros mes y el va a cobrar 1900 como diputado,… En fin, "Si luchan el de la silla y el del respirador, aquí puede luchar todo el mundo" Y si un “tontito” es elegido para hacer ver al Parlamento Europeo lo que conlleva la necesidad de apoyos generalizados, a través de un cascao, mejor que mejor. Porque el discurso de técnicos, especialistas y resto del espectro que sabe lo que es mejor para el cascao, ya lo conocen: Todo por los cascaos,… pero sin los cascaos. Y no me vale el que un eventual se arrogue una experiencia que no tiene, al menos no de 12 trienios como es el caso del “tontito del CSIC”.
Lo que me ha contrariado ha sido la renuncia al puesto de trabajo del primer español. Con los años que ha habido que esperar para que evidenciara públicamente los destarifos en obras pagadas a precio de oro, comisiones incluidas, que constituyen verdaderas trampas para las personas con movilidad reducida; con lo contento que estaba yo porque cuando tenía que salir de casa se mandaba por delante un escuadrón de zapadores para allanar el terreno y desactivar trampas como el escalón suelto en el que estuvo a punto de dejarse la nariz. Pues va y lo deja, dando paso a quien sube los escalones de dos en dos. Quizá sea un avance, pero yo no lo veo así porque lo que hay que valorar es la experiencia y ahora que el hombre empezaba a tenerla en materia de movilidad en el entorno, va y se aparta. Marcial dice que eso es desertar.
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