Las nuevas tecnologías han revolucionado el mundo y modificado hábitos y formas de vida. Éste es un proceso que sigue siendo imparable: globalización, industrialización y mercantilización. Se han adquirido nuevas formas de trabajo, pero también de esclavitud, y la enseñanza no es ajena a estos cambios, ya que está servido desde hace tiempo el conflicto entre las nuevas tecnologías y la actividad docente y la cultura tradicional. Pero poner ordenadores o móviles en manos de los niños está demostrando que además de algunas ventajas tiene también muchos y graves inconvenientes: una cosa es la destreza en el manejo de artilugios informáticos y otra es la asimilación de conocimientos culturales, por lo que son muchos los padres que ven con preocupación las adicciones a estos nuevos inventos, que crean problemas de conducta e incomunicación y que pueden ser nocivos si no se usan adecuadamente. Aparecieron nuevas asignaturas y carreras universitarias enfocadas a estas nuevas tecnologías, y eso está muy bien para que la gente pueda acceder al actual mercado laboral, pero es posible que esto esté propiciando la ya constatada falta de conocimientos básicos. El sistema educativo suspende, ya que va dejando pendientes asignaturas como el latín, la lengua, la historia o la filosofía.
|