El Atlético de Madrid venció este domingo por 3-1 al Villarreal CF en la jornada 25 de LaLiga Santander, con remontada incluida y prolongando su particular semana festiva, tras haber batido al vigente campeón de Europa y reforzando ahora su candidatura a la tercera posición liguera.
Este buen resultado puso a los colchoneros con 43 puntos, los mismos que el Sevilla por su victoria en Getafe. Por contra, el 'submarino amarillo' se quedó con 38 puntos en la séptima plaza, viendo cómo se le escurría una buena baza de ganar a un adversario directo en la zona noble.
El regreso al campeonato liguero trajo parsimonia, pues el cuarto de hora inicial careció de tiros a puerta y hubo nulo trabajo para ambos guardametas. Y en esas se aprovechó el Villarreal, haciendo diana en su primer disparo. Paco Alcácer, como de costumbre, exhibió ahí su acierto con pocos toques.
El exdelantero del Borussia Dortmund efectuó un derechazo a media altura y ajustado al poste, desde la frontal del área, que besó la red sin que Jan Oblak pudiera hacer gran cosa. Aunque los jugadores rojiblancos protestaron al árbitro, ni Ricardo de Burgos Bengoetxea vio infracción ni recibió órdenes por el 'pinganillo' del VAR.
Los locales no lucían chispa y tardaron bastante en responder; eso sí, fue con una doble ocasión. Tras un ataque embarullado por la banda derecha, Koke Resurrección centró al corazón del área y Álvaro Morata, bien situado entre los centrales, ejecutó una semivolea en escorzo.
Despejó el balón Sergio Asenjo, pisando sobre la misma línea de gol, y de inmediato también aplacó el cabezazo de Vitolo Machín. Quizá el grancanario estaba en fuera de juego al hacer su remate, pero el portero visitante capturó la pelota y montó rápido el contragolpe.
Con esa incertidumbre y los lamentos por la oportunidad al limbo, el Metropolitano rumiaba tensión. Solo los fogonazos de Sime Vrsaljko cambiaban el ritmo del Atleti, en otra demostración de que el lateral diestro es el puesto más competido en la plantilla de Diego Pablo Simeone.
Precisamente en una de esas subidas llegó el empate local, obra del argentino Ángel Correa en el minuto 40. Un balón bombeado por el lateral croata, directamente al área 'amarilla', se convirtió involuntariamente en una asistencia de gol para su compañero.
El '10' rojiblanco, primordial esta temporada en las horas más bajas de su equipo, le ganó el sitio a Pau Torres con un esprint. A bote pronto, Correa superó con un tiro sutil la salida de Asenjo, beneficiándose así de la mínima concesión dada por el Villarreal atrás.
Pese a todo, los pupilos de Javi Calleja apenas lo acusaron tras el descanso. Enfrente, Morata puso en apuros a Asenjo con un tiro lejano, que el exguardameta colchonero mandó a córner. Necesitaban los dos conjuntos algo que meneara el partido y así lo interpretó el 'Cholo' Simeone, que introdujo en el campo a la vez a João Félix y a Kieran Trippier.
Faltaba más de media hora para alcanzar el minuto 90, tiempo de sobra para que el joven ariete portugués demostrase que ya está al 100% después de su lesión. El Atleti ganó brío rápidamente, sobre todo cuando el portador del '7' conectaba con el '10' argentino; y fruto de ello se forjó el 2-1, que lo culminó Koke de cabeza.
Correa controló en el lado derecho del área rival, en dos tiempos, y centró al ver a su capitán uniéndose al ataque. Koke remató con un buen giro de cuello y batió a un Asenjo cariacontecido, testigo de cómo a su espalda incluso se animaba el sector más ferviente de la grada local.
La remontada había desperezado a la afición del Metropolitano, que recuperó la versión del día del Liverpool y sus jugadores correspondieron con el 3-1 a tenor de un robo hecho por Koke en la banda izquierda. João Félix lo anotó, quitándose cierto peso de encima tras su ausencia, al recibir el pase en zona franca y disparar por abajo.
El esférico, que rozó en un defensa del 'submarino', se coló entre las piernas de Asenjo. Otra vez el guardameta palentino era el damnificado de los huecos que el Atleti se fabricaba entre los centrales. Javi Ontiveros, que había entrado de refresco en la segunda mitad, se encargó de replicar con un tiro sin agobios para Oblak.
El portero esloveno apenas tuvo que esforzarse en otra ocasión, de Alberto Moreno, hasta que el cronómetro se agotó entre destello y destello sin premio de João Félix. La inercia positiva parece que continúa en el Metropolitano y que el reciente 1-0 al Liverpool no fue un oasis.
|