Mientras el Estado Islámico de Irak y Siria se dispone a tomar el municipio fronterizo turco de Kobani, el uso de las redes sociales como herramienta de promoción por parte del Califato (que está siendo mucho más eficaz que el que hacen los Demócratas o el secretario de la izquierda canadiense Justin Trudeau) ha empezado a inspirar lo que presuntamente Obama llama "equipos de la segunda división" de la yihad:
El Boko Haram, el grupo islámico fundamentalista, decapitaba al parecer el lunes a siete personas en Nigeria en represalia, decapitaciones descritas por un residente igual que "los carniceros degüellan las cabras".
A juzgar por la crónica periodística, puede usted llevarse la impresión de que se trata de una figura retórica. Pero es cierto literalmente. Al cerrar mi artículo acerca de la decapitación de su colega fémina Colleen Hufford a manos del musulmán de Oklahoma que odiaba a los infieles, escribí:
No es una forma agradable de morir, en parte porque exige más conocimientos de lo que pueda parecer.
Hace una década, una joven del trabajo me envío por correo electrónico una referencia en la materia en mi salón del Grand Hyatt de Ammán la víspera de partir en mi visita blindada a Irak. Si hay suerte, tu asesino clavará el cuchillo de lado con el filo hacia adelante. Un corte diestro seccionará la yugular, la carótida, el esófago - y en unos segundos todo habrá acabado. A jugar por los vídeos de sus perfiles en las redes sociales, los chicos del Estado Islámico no son tan buenos: Clavan por delante, filo hacia la espalda, seccionando atrás y adelante durante minutos sin fin.
Es igual que "degollar cabras". Clavas desde delante porque hace falta sacar la máxima cantidad de sangre para sanear la carne. Cuando el Estado Islámico o el Boko Haram decapitan a hombres, mujeres y niños de esa forma, no lo hacen sencillamente para matarnos, sino que nos matan igual que ellos matan a los animales. O en palabras de este euro-yihadista:
Le pregunté: '¿Está bien matar gente?'
Dijo: 'Mientras no sean musulmanes, vale'.
Porque, mientras no sean musulmanes, no serán "personas" de verdad. Motivo de que sea necesario degollarlos igual que a cabras.
La Gran Reprimitivización se extiende.
El Estado Islámico estará decapitando por Kobani dentro de poco. Despreciado hace unos meses solamente por Obama como "segunda división", el nuevo Califato controla ya una franja enorme y muy lucrativa de Irak y Siria y administra los puestos fronterizos con Arabia Saudita, Jordania, Israel y, una vez caiga Kobani, la mayor parte de la frontera turco-siria. Pero esta última conquista será diferente de las anteriores en el sentido de que se produce tras la presunta respuesta de Obama y su gran coalición. El Estado Islámico parece haber captado de forma instintiva que Obama no es serio, que no hablaba en serio - y que su puñado de engañosas intervenciones aéreas selectivas se concibió para neutralizar la cuestión con vistas a las elecciones de noviembre, sin más. El periodista Scott Johnson sugiere fijarse en el General Dempsey durante esta entrevista con ABC News:
El Jefe del Estado Mayor Martin Dempsey dio la impresión convincente de un caballero resignado a la derrota durante su entrevista ayer con Martha Raddatz en ABC News para debatir la inminente caída de Kobani en Siria.
General Dempsey, ¿cuál es el plan? Sabemos que el Estado Islámico habla en serio. Parece que los límites dentro de los cuales se trabaja pueden haber sido un obstáculo. ¿Es correcto?
¿Y por qué no iban a serlo? El mundo civilizado no tiene cabeza.
Turquía, por supuesto, es miembro de la OTAN, y según el Artículo Quinto, un ataque a la misma sería un ataque a todos los miembros - no solamente a Turquía, sino a Gran Bretaña, Alemania, Italia y también América. Pero el Estado Islámico ya está siendo bombardeado por Estados Unidos y sus aliados, sin ningún efecto. ¿No están ya lo bastante seguros de poder seguir adelante y hacerse con territorio soberano de un miembro de la OTAN?
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