Muchas veces, sobre todo cuando comenzamos a leer cosas del mundo oriental, nos damos cuenta de la enorme cantidad de lecturas relacionadas con la lucha de contrarios. En efecto, no es raro hallar entre las obras del pensamiento profundo este tipo de cuestiones, que siempre nos han atañido como humanidad. Como elemento de filosofía o religión, eso ya depende de la zona que elijamos. Y curiosamente esa lucha de contrarios, ese ying y yang, se ha trasladado en los últimos tiempos hacia el mundo del motor. Además, de una forma tan evidente que nos ha sugerido poder comentarte algunas cuestiones relacionadas con el espacio que hoy ocupan dos opuestos evidentes: coches nuevos versus desguaces.
Con respecto a la primera cuestión tenemos que decir que las cifras no engañan, ahora mismo la venta de coches nuevos ha experimentado un crecimiento sin parangón en los últimos tiempos, demostrando así que las cosas, lejos de ser tan negras como lo eran hasta ahora para los concesionarios, están remontando el vuelo (lo cual, por cierto, nos encanta). No hablamos por hablar, tenemos que referirnos al casi 25% de crecimiento interanual en este campo y con respecto a 2013, lo que nos ha permitido recuperar guarismos que no se veían en nuestro país desde 2010 por lo menos.
Y sin embargo, en el campo contrario, lo de adquirir algo que ya ha sido usado sigue teniendo una enorme predicación, al menos entre cierta parte de los usuarios que necesitan de su coche y no pueden prescindir de un elemento que les proporciona la suficiente autonomía como para seguir saliendo a la carretera. El crecimiento de los desguaces, aunque más moderado que el de los coches nuevos (hablamos de un 8% más o menos) viene a decirnos que lo de los recambios de ocasión sigue teniendo una enorme predicación entre el usuario medio, que ve cómo un automóvil puede repararse sin problemas de ningún tipo y poniendo en juego aspectos tan definitivamente adecuados como ahorro y calidad.
¿Quién ganará la partida? Ahora mismo es difícil decidir quién se alzará con el trono, porque resulta que hace unos días parecía que ya salíamos de la crisis y ahora, de repente, estamos de nuevo en peligro de recesión en la zona euro. Y dado que vamos entrando y saliendo de esta situación que a nadie gusta, tenemos que reconocer que lo de la segunda mano todavía va a dar un montón de guerra. Lo cual no tiene por qué ser malo, sobre todo en esos casos en los que las piezas se garantizan por varios años de funcionamiento, lo que implica que vamos a estar comprando algo bueno y barato. Ahora bien, es cierto que lo de adquirir un coche nuevo también resulta muy adecuado, dado que este sector ha sufrido muchísimo la crisis y tenemos que intentar revitalizarlo. Así que estaremos pendientes de la evolución de estos dos contendientes y te iremos diciendo quién gana la pelea final…
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