Un nuevo estudio de los Institutos Gladstone en San Francisco (Estados Unidos) y la Universidad de Ulm (Alemania) revela que la eficacia de los
microbicidas, compuestos químicos que se pueden aplicar por vía tópica
en el tracto genital de la mujer para protegerla contra infecciones de
transmisión sexual, pueden ser menos eficaces por el medio principal de
transporte del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) durante la
transmisión sexual: el semen.
Por ello, los autores del trabajo, cuyos resultados se publican este
miércoles en la revista 'Science Translataional Medicine', proponen
que se desarrolle una nueva generación de microbicidas que contengan
compuestos que descompongan las fibrillas de amiloide en el semen con el fin de
aumentar la eficacia de dichos fármacos.
En la lucha contra el virus de la inmunodeficiencia humana, se han promocionado los
microbicidas como una alternativa eficaz a los preservativos. Sin embargo, aunque estos
compuestos tienen éxito en la prevención de la transmisión del virus en un plato de petri, los ensayos clínicos con microbicidas han fracasado en gran medida.
"Creemos que esto puede ser uno de los factores que explican por qué tantos
medicamentos que bloquean eficazmente la infección por VIH en los experimentos de
laboratorio no funcionan en el entorno del mundo real", explica el coprimer autor, la
científica Nadia Roan, profesora asistente en el Departamento de Urología de la
Universidad de California en San Francisco.
"Hemos demostrado previamente que el semen mejora la infección por el VIH,
pero ésta es la primera vez que confirmamos que esta actividad reduce
notablemente la eficacia antiviral de los microbicidas", resalta esta investigadora
visitante en Gladstone.
En el estudio, los investigadores probaron la eficacia de varios tipos diferentes de
microbicidas dirigidos al virus del VIH en células que habían sido expuestas al VIH en
comparación con células que fueron expuestas al VIH y el semen. En general, vieron que
las células que tuvieron contacto con el semen tienes tasas de infección por el
VIH aproximadamente diez veces superior a la normal y que los microbicidas
fueron hasta 20 veces menos eficaces en el bloqueo del virus en estas células que en las
no expuestas al semen.
El semen mejora notablemente la capacidad de infección de VIH a través de
la presencia de agregados de proteínas llamados fibrillas amiloides porque el
VIH se une a estas fibrillas, haciendo que el virus se agrupe y aumente su capacidad para
unirse e infectar a las células del huésped, en este caso la pareja sexual del individuo
infectado. Este efecto resulta entonces suficiente para aumentar la capacidad de infección
del virus del VIH, disminuyendo las propiedades antivirales de los microbicidas.
El autor principal del trabajo, Jan Munch, de la Universidad de Ulm, afirma: "Nuestros
hallazgos sugieren que dirigirse a los amiloides en el semen es una estrategia alternativa
para mejorar la eficacia de los medicamentos. El siguiente paso es crear un compuesto o
un cóctel de fármacos que ataque tanto al virus del VIH como a estos fragmentos de
amiloide y probar su eficacia. Además, dado que el semen es el principal medio de
transmisión del VIH, las pruebas futuras de los microbicidas en el laboratorio deben
realizarse en presencia de semen para predecir mejor la eficacia antirretroviral en la vida
real".
Para ver que era el semen el que estaba teniendo este efecto sobre los microbicidas y
no alguna otra sustancia el VIH, los investigadores repitieron los experimentos utilizando
semen de hombres cuyo esperma no aumenta la infección por VIH debido a un trastorno
llamado obstrucción de los conductos eyaculadores. En presencia de estas muestras, no
hubo una disminución en la efectividad de los microbicidas antivirales, lo que confirma la
importancia de los efectos promotores del VIH del semen al contrarrestar la eficacia de
estos fármacos.
La mayoría de los microbicidas trabajan atacando el virus en sí, tratando de
romper o bloquear su capacidad para infectar una célula, pero el aumento de la
capacidad de infección del VIH en presencia de semen parece derrotar los efectos
antivirales de los microbicidas. La única excepción a este hallazgo es un tipo diferente de
microbicida que actúa sobre los receptores de las células huésped, llamado Maraviroc,
que fue igualmente eficaz en la prevención de la infección con y sin la presencia de
semen.
"Hay importantes potenciales implicaciones clínicas de este estudio", dice
Warner Greene, director del Instituto Gladstone de Virología e Inmunología y autor
principal del artículo. "Este estudio arroja luz sobre por qué los primeros microbicidas no
funcionaron y nos proporciona una manera de solucionar este problema mediante la creación de un nuevo fármaco compuesto que combina antivirales e inhibidores de amiloide", concluye.
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