
Más sencillo imposible. Para realizar trabajos en altura se utiliza una plataforma elevadora, donde los trabajadores se introducen en una especie de terraza móvil desde la que poder llegar incluso a los puntos que parecían más inaccesibles.
Una plataforma elevadora remolcable se puede transportar fácilmente de un lugar a otro con un vehículo gracias a su peso y tamaño compacto, el cual aunque no lo parezca permite realizar trabajos de altura que van desde los 9 metros hasta más allá de los 20 metros.
Su gran ventaja frente a los andamios es su capacidad de adaptación a cualquier superficie, por esquiva que sea y sobre todo, la facilidad de desplazamiento; todo de una forma más rápida que si se instala una plataforma por lo que el resultado es más eficiente.
¿Por qué elegir la plataforma elevadora? Porque uno de sus puntos fuertes es la capacidad que tiene para llegar a determinados puntos más esquivos. Los operarios pueden mover el habitáculo desde su interior y adaptarse a las necesidades de cada momento.
Son los propios operarios quienes manejan este tipo de grúa para alcanzar la altura que necesitan, la posición o la velocidad más indicada. Los controles son fáciles de usar y pueden operar fácilmente desde el interior brazos telescópicos, brazos flotantes, rotación de plataforma y accionamiento de tracción y estabilizadores hidráulicos, ayudando a maximizar su efectividad. Con estos controles se puede tener más precisión en las maniobras con la carga.
Otro punto a su favor es la facilidad de desplazamiento, ya que no sólo muestran una versatilidad en cuanto a que son remolcables, sino que además se desplazan con unas ruedas con neumáticos de gran tamaño que hacen el recorrido fácil y seguro, remolcándose incluso con un vehículo.
Para las personas que realizan estos trabajos en altura la seguridad es sin duda lo más importante. Y cuando tienen la posibilidad de trabajar en altura metidos dentro de esta plataforma, se sienten más seguros que desplazándose por un andamio. La cesta asegura tanto a los trabajadores como a todo ello que necesiten transportar en su interior para realizar su trabajo. De hecho la seguridad es de los puntos más fuertes que presentan estas plataformas.
Ayudan también a adaptarse al paisaje y tipo de terreno. Porque muestran más estabilidad que un andamio en determinadas superficies más irregulares y porque no ocupan tanto espacio en las fachadas de los lugares donde se están realizando los trabajos de construcción o rehabilitación. Como ocupan menos superficie que un andamio, entorpecen menos el tránsito de las personas, sobre todo cuando se trata de entornos urbanos, ya que no suponen un obstáculo tan voluminoso para los transeúntes.
Para el funcionamiento de estas plataformas elevadoras remolcables se incluyen baterías, red eléctrica, gasolina o diesel. Comprar o alquilar una de estas plataformas depende de las necesidades de cada empresa. Si se utilizan con frecuencia a largo plazo compensa adquirirlas. Pero realmente lo que más suele compensar es su alquiler, porque se ahorra en mantenimiento, permisos, etc. El alquiler de éstas es más económico además que el de un andamio.
Para qué sirven estos dispositivos Permiten elevar cargas de diferentes tipos hasta alturas de una dimensión bastante importante en cualquier tipo de fachada o construcción.
Es importante tener en cuenta que una plataforma no precisa de un elaborado montaje, del mismo modo que al finalizar los trabajos no es necesario un proceso de desmontaje, por lo que el ahorro en tiempo también es un factor a tener en cuenta.
En conclusión, para todos los trabajos de altura, nada como una plataforma elevadora remolcable. No arriesgues y elige las mejores de manos de profesionales.
|