Al hablar de la fibra óptica viene a la cabeza su uso en electrodomésticos como son la televisión o el teléfono, sin embargo este no fue su primer uso, sino en 1950 cuando nació y se hizo uso de ella en medicina para poder ver el interior del cuerpo humano.
Con el paso de los años la fibra óptica y aplicaciones de ella se han ido ampliando dando lugar a métodos muy avanzados para transportar la luz a través de este cable. Está formada por un material que no pesa, que ocupa poco espacio, duradero y de alta capacidad lo que permite su uso vaya desde la medicina hasta, pasando por la trasmisión de Internet hasta el ejercito.
Tipos de fibra óptica:
Fibra óptica monomodo: tiene un diámetro de 8,8 a 10 micrones con un solo modo de transmisión, su tasa de transmisión es más alta y alcanza 50 veces más distancia que una multimodo, pero también es más cara.
Fibra óptica multimodo: tiene un diámetro de 50 100 micrones para el componente que carga la luz y otorga banda ancha con alta velocidad de 10 a 100MB. Según el tipo de índice de refracción del núcleo se distingue entre dos tipos de fibras multimodo:
Índice escalonado: en este tipo de fibra, el núcleo tiene un índice de refracción continua en toda la sección cilíndrica y tiene alta dispersión modal.
Índice gradual: en este caso el índice de refracción no es constante, tiene menor dispersión modal y el núcleo está formado por diferentes materiales.
Principales estructuras de la fibra óptica:
Cable de estructura holgada: se utiliza tanto para interiores como exteriores. Contiene varios tubos de fibra que rodean y refuerzan un miembro central provisto de una cubierta protectora. Cada tubo contiene varias fibras ópticas que se encuentran holgadamente dentro de él.
Cable de estructura ajustada: cable diseñado para uso en interiores que es más flexible y con un radio de curvatura más pequeño que el que tienen los cables de estructura holgada. Compuesto por varias fibras que tienen protección secundaria y rodean un elemento central de tracción.
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