El Atlético de Madrid sucumbió por primera vez como local en Liga en
la presente temporada y en 2014 tras caer este domingo ante el Villarreal
(0-1), que consiguió asaltar un Vicente Calderón en el que el encuentro
tuvo una doble vertiente, ya que la grada vivió una batalla dialéctica
entre el Fondo Sur, habitual emplazamiento del Frente Atlético, y el resto,
mientras que en el terreno de juego Vietto terminó siendo el protagonista.
El partido comenzó con la atención puesta en la grada, ya que se
trataba del primer encuentro del Atlético de Madrid en casa tras la
decisión de la directiva de expulsar al Frente Atlético, que no tuvo representación en el
Fondo Sur del estadio con ningún tipo de distintivo ni pancarta, aunque sí tuvo voz, ya que
contestó a los cánticos del resto de la afición en un episodio que empañó el partido.
Sin embargo, en el césped el juego desplegado por rojiblancos y amarillos tampoco
hacía apartar la atención de lo extra-futbolístico, ya que apenas hubo ocasiones en los
primeros compases del encuentro, siendo lo más destacado un centro raso de Turan
desde la derecha que no encontró rematador en su paseo por el área del Villarreal.
A partir de entonces, el juego bronco empezó a adueñarse del partido, aunque
comenzaron a verse las primeras ocasiones, primero del Atlético, negado
sorprendentemente con los saques de esquina, con Asenjo estirándose en la que fuera su
casa para evitar que un gran disparo de Tiago se convirtiera en gol.
La mejor de los de Marcelino García Toral la tuvo en sus botas Cheryshev, que
desaprovechó un contraataque de dos contra dos en el que no vio a Vietto, con un disparo
al centro de la portería que detuvo Moyá. El colegiado Pérez Montero se marchó al
descanso entre pitos al dejar descontentos a ambos equipos con su labor, entre la que
destacó la quinta amarilla de Mandzukic y una posible mano de Gabi en el área en el
añadido.
MANDZUKIC VE PUERTA PERO NO SUBE Y VIETTO NO PERDONA
A la vuelta de vestuarios los dos equipos, descontentos con su primera mitad, se
lanzaron algo más al ataque, sobre todo un Villarreal que primero con un disparo alto y
complicadísimo a la vuelta de Cherysev, y después con una contra en la que Vietto decidió
no ceder a Uche y ejecutar un disparo peligroso que finalmente se marchó fuera.
Sin embargo, la contestación fue rápida, ya que Mandzukic a punto estuvo de abrir la
lata con una jugada de estrategia que inició de falta Gabi y que remató el croata a
quemarropa ante un Asenjo muy acertado que impidió el tanto, aunque no el comienzo de
un asedio a base de centros que acabó con un gol anulado a Mandzukic por cometer una
falta inexistente en su remate al centro de un Arda que completó una jugada prodigiosa.
El dominio de los de Simeone continuaba con los centros al área y el peso del partido,
pero faltaba el gol que diese los tres puntos para aprovechar el pinchazo del Barcelona y
no descolgarse ante el Real Madrid, por lo que el argentino dio entrada a Griezmann y
Cerci, aunque la mejor ocasión la tuvo el Villarreal de nuevo en un contraataque, en el que
no estuvieron finos ni Cheryshev con el pase ni Vietto en el control, aunque sí Moyá en su
salida.
Los colchoneros no conseguían el efecto deseado con los recambios, y además se
acumulaban sus problemas con la salida de Turan, con molestias, aunque no cesaban los
intentos locales por conseguir marcar ante un 'submarino acorazado' que apenas
concedía algún resquicio por el que anotar, aunque estuvo cerca Godín con un remate en
el segundo palo, y algo más lejos Koke al enviar a las nubes un balón muerto en la frontal.
En el lado castellonense tampoco se dedicaban solo a defender, ya que cuando
conseguían salir de la agobiante presión colchonera lanzaban torpedos como el de
Cheryshev, que detuvo Moyá en una parada espectacular por la potencia del disparo del
ruso. Sin embargo, fue Vietto el que conseguiría el tanto tras conseguir ejecutar un control
complicadísimo ante Godín, y a la carrera, que le facilitaba un disparo imparable para el
guardameta rojiblanco en la recta final del partido.
Con poco margen de reacción, y ante un correoso rival, los de Simeone no pudieron empatar un encuentro que pone final a una racha de 27 partidos sin perder en la
competición doméstica de un vigente campeón que no tuvo su mejor día ante un equipo
que realizó un partido muy meritorio y se afianza en puestos europeos.
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