¿Qué se sabe? Durante la segunda semana del mes de agosto se ha producido una serie de casos de meningoencefalitis (inflamación cerebral y de las meninges) en determinadas regiones de Sevilla, Cádiz y Huelva, con casi una treintena de hospitalizaciones. Tras los estudios pertinentes, la Junta de Andalucía ha confirmado la vinculación de este brote con la fiebre del Nilo, una enfermedad viral transmitida por las picaduras de ciertos mosquitos.
¿Qué es la fiebre del Nilo?
La fiebre del Nilo es una zoonosis causada por el virus del Nilo Occidental (en inglés WNV). Este virus afecta fundamentalmente a pájaros, pero es transmisible también a caballos y humanos, y en menor medida a otros mamíferos.
La transmisión se produce a través de las picaduras de ciertos mosquitos, especialmente del género Culex. En el ser humano el virus no suele presentar niveles elevados en sangre, por lo que no suele contribuir a la transmisión de la infección.
Alrededor del 80% de las personas infectadas no desarrollan síntomas, y en el resto la enfermedad suele cursar como una gripe (fiebre, dolor de cabeza o articular, vómitos, diarrea o erupciones cutáneas). En menos del 1% de los casos la enfermedad puede ser grave, con encefalitis, meningitis, estupor, convulsiones, pérdida de visión, sordera, parálisis o coma, requiriendo atención hospitalaria. En los casos más graves podría producirse la muerte.
Consideraciones desde la Farmacia: La fiebre del Nilo no dispone actualmente de tratamiento, ni existe vacuna en humanos. Sí existen vacunas autorizadas frente a esta enfermedad en caballos. Normalmente la enfermedad sólo suele requerir tratamiento sintomático con analgésicos y antitérmicos, como el paracetamol. En los casos graves puede ser necesaria la hospitalización del paciente.
La medida más eficaz es la prevención a través de la lucha frente al transmisor, el mosquito. Además de la fumigación de los humedales en los que se reproducen los mosquitos, es aconsejable evitar las picaduras, en la medida de lo posible. Para ello, puede ser recomendable seguir las siguientes medidas de precaución:
Emplear mosquiteras en ventanas y puertas.
Limitar la estancia al aire libre después del atardecer y hasta el amanecer.
Evitar atraer a los mosquitos, manteniendo apagada la luz por la noche, y no usando perfumes intensos.
Usar ropa que cubra la mayor cantidad posible de la piel.
Existen en la farmacia diferentes productos con actividad repelente de mosquitos, que pueden ser útiles para prevenir las picaduras. Su uso debe hacerse siguiendo las instrucciones del fabricante. Consultar en la farmacia para mayor información.
Se recuerda una vez más que los antibióticos no son eficaces para el tratamiento de infecciones virales, y su uso inadecuado puede favorecer resistencias antimicrobianas.
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