Desde el inicio del año escolar más de 200 colegios han enfrentado diversas situaciones por casos de coronavirus. Mientras continúan reintegrándose más alumnos a las aulas, los temores y las preocupaciones de padres y estudiantes por el riesgo de contagio se agudizan. Además de las emociones típicas que caracterizan estos primeros días en los pupitres, también hay incertidumbre y miedo por la “nueva normalidad” que se vive ahora en el entorno escolar, marcada especialmente por medidas como el uso obligatorio de las mascarillas y las reglas de distanciamiento social.
ProntoPro ha consultado con psicólogos de la plataforma sobre cómo afrontar las dudas y el estado de ánimo que caracterizarán estas primeras semanas de clases. Estos son sus cinco consejos.
Bajo nivel de previsibilidad El coronavirus no ha desaparecido, la evolución que pueden tener los contagios con la llegada del frío está envuelta en una fuerte sensación de incertidumbre. Se trata de una inestabilidad, una sensación que es aún más intensa en los niños más pequeños, que viven una edad en la que la rutina y la previsibilidad son la base para construir su sensación de seguridad, explican los expertos.
Hacerles saber a los niños esta realidad, puede ser una forma de ayudarles a entender lo que está pasando y lo que pueden esperar.
Capacidad de adaptación "Un hombre que camina nunca está en equilibrio, sino que corrige continuamente su desequilibrio", dijo Gregory Bateson, un destacado psicólogo británico. De acuerdo con profesionales inscritos en la plataforma, esto es lo que tenemos que hacer para afrontar estos tiempos particularmente inciertos: formar y entrenar en nuestros hijos la capacidad de adaptación . Acompañarlos, sobre todo, en la búsqueda de sus herramientas, sus recursos, sus posibilidades para afrontar las adversidades que la vida, de manera más o menos inevitable y más o menos intensa, nos pone delante.
Autenticidad No tenemos que verter nuestras ansiedades y preocupaciones sobre los niños; pero, por otro lado, tampoco podemos dorar demasiado la píldora. El reto para todos los padres es encontrar palabras auténticas que puedan ayudar a sus hijos a hacerse una idea de lo que está sucediendo, explicando claramente las nuevas reglas a seguir y las posibles consecuencias si un profesor o un compañero de clase contrae el virus, por ejemplo.
Aceptar los miedos Entender lo que siente el niño o la niña es un elemento fundamental. No se deben minimizar sus temores. Como adultos, por ejemplo, el miedo a la oscuridad nos parece tonto, pero de niños no era así. Si no se acepta este miedo, sino que se minimiza y se ridiculiza, ¿qué pasa? Ciertamente no desaparece, pero se queda ahí, sin cambios. Aceptar los momentos difíciles de los niños e intentar superarlos juntos es definitivamente el camino a seguir, explican los expertos.
Un día a la vez La mejor manera de tratar un problema es descomponerlo en partes pequeñas y más fáciles de resolver. Vivir un día a la vez puede parecer ciertamente trivial, pero en este concepto se basa la eficacia de muchos grupos de autoayuda. Por eso será de mucha utilidad afrontar estos problemas a medida que surgen, y resolverlos paso a paso.
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