La pandemia del coronavirus ha sacudido por completo las formas de vida establecidas hasta ahora. Ha modificado, sobre todo, nuestra manera de relacionarnos, y esto ha desembocado en importantes mutaciones en multitud de sectores, sobre todo en el social y en el laboral. En este último, se ha experimentado un cambio gigantesco.
Y es que, de un sector que dependía exclusivamente de la presencialidad, se ha pasado, a causa de la pandemia de la COVID 19, a uno que, ahora mismo, necesita del teletrabajo para sostener nuestra sanidad y minimizar los riesgos de contagio. Con esta nueva modalidad de empleo, la cual ya tiene respaldo jurídico, muchos se han tenido que adaptar a la fuerza.
Coworking: una solución Ante esta situación de emergencia, muchas empresas y trabajadores han tenido que buscar alternativas para poder teletrabajar. Una de ellas, aunque ya estaba instaurada en el pasado y ha cobrado más fuerza si cabe ahora, es el Coworking. Nos referimos a Coworking cuando hablamos de oficinas en las que los trabajadores (ya sean autónomos, profesionales de distintos sectores, freelance... En definitiva, trabajadores que solo dependen de un portatil, un teléfono y una buena conexión a internet) comparten espacio de trabajo. Un espacio de trabajo en donde un gestor se encarga de que todo funcione a la perfección. Son, además, espacios que se han puesto muy de moda en tiempos de pandemia. Por ejemplo, estas oficinas de Coworking Barcelona es una magnífica opción en la ciudad condal.
El ahorro económico es una de las principales ventajas de coworking para las empresas privadas, ya que no requiere de una gran inversión inicial, no tienen cláusulas de permanencia y se pueden adaptar a las necesidades de la empresa y empleados a medida.
De esta manera, en estos tiempos tan inciertos que vivimos, el coworking supone una gran alternativa para los profesionales o empresas que no reúnan en sus casas las condicione ideales para ejercer las funciones que realizaría en la oficina convencional.
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