Ladilla Rusa vuelve a la carga con nueva canción titulada "A un metro y medio de ti", la más bakala del grupo hasta la fecha. La banda de Barcelona formada por Tania Lozano y Víctor F. Clares ha escrito su primera canción de amor (de amor imposible), que además sucede en plena pandemia de la Covid-19.
El tema relata la historia de un chico y una chica que tienen un flechazo en la cola de un supermercado. En ese momento recuerdan que para ser ciudadanos ejemplares deben mantener un metro y medio de distancia el uno del otro, por tanto nunca se llegan a saludar, ni a conocer, con tal de cumplir escrupulosamente la normativa del gobierno.
Aunque no tenían previsto escribir nada relacionado con el coronavirus, ni con la pandemia, los Ladilla publican A un metro y medio de ti porque nació de manera natural y sin pretenderlo en la terraza de un bar, cuando un camarero les pidió que se separasen un metro y medio para fumar. Así surgió este drama amoroso y makinero.
Producida por Ignacio Miranda, mano derecha de la banda, la tecno-rumba (género fetiche de Ladilla) se inspira en esta ocasión en los sonidos de los finales de los noventa y de principios de los 2000, y hace también un pequeño guiño a la música de Camela, por arreglos como los sintetizadores o los violines, y también por la forma que está cantada: las voces de Víctor y Tania por separado en las estrofas, y luego juntas en un estribillo con mucha fuerza y, de nuevo, muy pegadizo.
La realización del videoclip ha corrido a cargo de Martín Salvador, que ya dirigió el clip de Princesas de la banda. Los escenarios escogidos, tanto el supermercado como los exteriores, se encuentran en el barrio de El Poblenou de Barcelona.
Como es habitual en Ladilla Rusa, la ambientación y la estética del video está cuidada al detalle. Tania y Víctor aparecen vestidos con ropa típica de los 2000 y maquillados y peinados también al estilo de esa época: peinado cenicero, dos coletas, labios perfilados, gafas solarizadas, camiseta de Pont Aeri, tatuajes tribales, pantalones de chándal, colores fluor...
El arte tanto de la portada como del vídeo lo ha vuelto a firmar el estudio Vanila BCN, que ya se había encargado del grafismo de ‘Bebo (de bar en peor)’ y de ‘KITT y los coches del pasado’.
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