La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha anunciado este
lunes sobre las 14,20 horas la disolución del Parlamento andaluz y la
convocatoria anticipada de elecciones autonómicas para el domingo 22
de marzo, con lo que se pone fin al gobierno de coalición entre PSOE-A e
IULV-CA. Díaz ha asegurado que si ese día recibe la confianza de los
andaluces, que espera que sea "mayoritaria" para poder "gobernar en
solitario", va a estar donde quiere estar, que es en Andalucía.
El anuncio lo ha realizado en el Palacio de San Telmo al inicio de una
comparecencia informativa tras el Consejo de Gobierno extraordinario que había
convocado a las 13,30 horas para deliberar sobre el adelanto electoral y con el que cumplía
con el trámite preceptivo previsto en el artículo 127.1 del Estatuto de Autonomía
Será la primera vez que las elecciones al Parlamento andaluz se celebren sin agotar la
legislatura desde 1996, cuando el entonces presidente Manuel Chaves las adelantó dos
años para hacerlas coincidir con las generales. Díaz ha convocado las elecciones un año
antes de la conclusión de la novena legislatura.
La presidenta ha querido dejar claro que convoca las elecciones, fruto de una decisión
"muy meditada y comprometida con los intereses de nuestra tierra", con la "absoluta
convicción de que en estos momentos tenemos que dar la palabra a los ciudadanos,
porque es lo mejor para Andalucía". Ha recalcado que lo mejor que puede hacer para
impulsar y fortalecer el proceso de cambio en la comunidad y de nuevo tiempo al que se
comprometió cuando fue investida presidenta en septiembre de 2013 es "dar la palabra" a
los andaluces y convocarlos al ejercicio de un derecho que es la piedra angular de nuestra
democracia: que decidan con su voto "quién y cómo debe gobernarles".
Díaz ha tomado la decisión del adelanto, "impecablemente democrática", convencida de
que su Gobierno, en este momento, "carece de la solidez de sus apoyos parlamentarios y de
la necesaria estabilidad para continuar con su tarea", debido a que IULV-CA, en la víspera
de la aprobación de un "buen" Presupuesto de la comunidad para este ejercicio, que debería
ser la garantía "para poder agotar la legislatura", aprobó en una asamblea la celebración de
un referéndum entre sus bases para decidir tras los comicios municipales sobre la
continuidad o no en el Ejecutivo andaluz.
Para la presidenta, se llevara o no a cabo finalmente ese referéndum, lo cierto es que con
esa decisión, Izquierda Unida "ponía fecha de caducidad al Gobierno y lo situaba en una
situación de interinidad y en precario para afrontar el final de la legislatura". Ha apuntado
que además, en estas semanas, IU no ha aclarado en ningún momento si la continuidad
del Gobierno estaba garantizada.
"Sin esa garantía, no hay estabilidad y sin estabilidad como presidenta de la Junta no
estaba dispuesta a gobernar a ese precio", según ha recalcado Susana Díaz, quien ha
reiterado que no estaba dispuesta a ser presidenta a "cualquier precio, si no tenía las
garantías de poder dar respuesta a los andaluces como necesitan y merecen".
"Al precio de gobernar bajo la amenaza de que 3.000 ó 4.000 militantes de un partido o de
otro decidieran si el pacto continuaba o no, a ese precio no estaba dispuesta", según ha
sentenciado Díaz, convencida de que antes de que los militantes de un partido o del otro
decidieran, decidiría el conjunto de los andaluces. Ha manifestado que lo que ha sucedido
entre los socios de gobierno y que ha generado el adelanto electoral "no es un equívoco ni
un malentendido, sino el fruto de un giro radical en la dirección nacional de Izquierda Unida
a partir del pasado otoño".
Ha afirmado rotundamente que Andalucía "no va a ser moneda de cambio jamás en
ninguna operación política a los intereses de esta tierra", porque con "el futuro de los
andaluces no se juega", después de expresar que desconoce si la actitud de Izquierda
Unida obedece a que hay "razones de convergencia" con otras fuerzas políticas. La
presidenta también ha señalado que no quería que en Andalucía se vivieran "espectáculos"
como los que se están viviendo en Cataluña.
La presidenta ha recurrido a un símil amoroso para describir la "falta de confianza" que se
había instalado en su Gobierno: es como una "pareja de novios o recién casada donde uno
de le dice al otro que dentro de seis meses van a analizar el posible divorcio".
"VOY A ESTAR DONDE QUIERO ESTAR, EN ANDALUCÍA"
Preguntada sobre si su futuro político pasa por Madrid, la presidenta ha reiterado que el
único "tren" que quiere coger es el de Andalucía, porque su "pasión" es esta tierra, que tiene
"presente y futuro". "Es lo que quiero hacer, para lo que me voy a entregar y si tengo la
confianza de los andaluces, no tenga duda, que voy a estar donde quiero estar y quiero
estar aquí, en Andalucía".
La presidenta ha confiado en obtener la confianza mayoritaria de los andaluces para que
la décima legislatura tenga "fortaleza, estabilidad y solidez" y ha garantizado que sabe el
puerto al que quiere llevar a Andalucía. Ha manifestado que pese a lo que dicen algunos
desde hace 15 meses de que si se va a Madrid, está en Andalucía, que es donde quiere
estar y donde espera obtener la confianza de los ciudadanos en las urnas.
La presidenta ha rechazado además durante su intervención que haya falta de liderazgo en
el PSOE, apuntando que el partido tiene actualmente un liderazgo "legítimamente elegido
en las urnas y que cuenta con el apoyo del conjunto de los militantes y de los cuadros del
partido", en referencia al secretario general, Pedro Sánchez, quien ha tenido "información
puntual" de la decisión que ella iba a tomar sobre el adelanto electoral, según ha apuntado.
Preguntada sobre si existe la posibilidad de que tras las elecciones se pueda dar una
situación en la que PSOE-A se plantee volver a pactar con IU, la presidenta ha recalcado
que ella aspira a gobernar "en solitario", con una mayoría suficiente para formar el
Gobierno que Andalucía necesita en estos momentos y que debe ser "fuerte y sólido". Ha
garantizado que con el anticipo electoral, en "lugar de perder un año, vamos a ganar un
año".
Durante su intervención, la presidenta también ha hecho referencia al PP-A como un
partido que durante este tiempo no ha dado muestras ni de "solidez ni de saber qué es lo
que quiere", al tiempo que no tiene "liderazgo" ni un proyecto razonable para esta
comunidad. Le ha reprochado que en varias ocasiones exigiera elecciones anticipadas y la
acusara de ser una presidenta "ilegítima" y ahora la critiquen por convocarlas en marzo.
Ha expresado que está orgullosa del trabajo de la Junta en este periodo, porque se ha
demostrado que otra forma de gobernar es posible, pensando en las personas, defendiendo
el estado del bienestar, y movilizando todos los recursos de la administración para luchar
contra el desempleo. Susana Díaz también ha destacado que se ha demostrado que es
posible gobernar con las puertas y ventanas abiertas de las instituciones, "derribando
muros ante la opacidad, con plena transparencia y siendo implacable en la lucha contra la
corrupción".
Ha asegurado que si tuviera la garantía de que pudiera seguir con esta hoja de ruta,
agotaría la legislatura, pero lamentablemente ya no existe. La presidenta ha querido dejar
claro que no estaba dispuesta a que esta comunidad perdiera un año "en dimes y diretes o
entre especulaciones y encuestas, porque estamos hablando del futuro de nuestra
comunidad".
Susana Díaz ha considerado que el pacto por Andalucía que suscribieron PSOE-A e IULVCA
se ha cumplido "razonablemente bien". Ha expuesto que el Parlamento ha aprobado
seis leyes, mientras que hay trece anteproyectos de ley que en estos momentos están en
tramitación una vez aprobados por el Consejo de Gobierno, de manera que quedarían otras
trece normas para cumplir íntegramente el acuerdo por Andalucía.
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