Mienten tanto o más que hablan. Ahora echan la culpa a Bruselas con el IVA de la factura de la luz y antes también lo hicieron, pero con el IVA de las mascarillas. Gobernar con la mentira como instrumento convierte a los gobernantes en miserables. Muchas veces, lo trágico surge de la acumulación de lo insignificante. “Las ingentes masas de gente crean más fácilmente víctimas de las grandes que de las pequeñas mentiras”, en palabras de Adolph Hitler. ¿Podemos suponer que María Jesús Montero es fiel admiradora de este personaje? Al fin y a la postre, el socialismo ‘alumbra’ a los dos: una, socialista a secas y, otro, nacionalsocialista.
Esta vez la ministra de Hacienda tampoco ha sabido retener la lengua. La ministra “metralleta”, al decir de los afiliados del PSOE, fabrica mentiras en cascada y las utiliza como arma arrojadiza. Pero olvida que para mentir hay que ser inteligente. Por eso se dice que se pilla antes al mentiroso que al cojo. ¿En cuántas trafullas hemos pillado ya a esta señora? Por si alguien no conoce la expresión, hay que decir que este sustantivo femenino está en desuso: se refiere a una treta, trampa, fullería, engaño, picardía, trapacería… Referido a una persona es la que comete trampa en el juego o en un acuerdo. Por tanto, es una acertada adjetivación lo de “ministra fullera”.
La pobre María Jesús Montero debería estar asustada por tantas fullerías, engaños y trapacerías como hilvana, pero su espalda y cara dura le hacen inasequible al desaliento. Debería saber la ministra que, en palabras de Catón: “La primera virtud es frenar la lengua, y es casi un dios quien teniendo razón sabe callarse”. Evidentemente no es su caso, pues no tenía razón con el IVA de las mascarillas ni lo tiene con el mismo impuesto que afecta a la electricidad. ¡Qué facilidad tiene esta mujer para hacer el mal a la ciudadanía! Se suele decir que las probabilidades de hacer mal se encuentran cien veces al día, en tanto que la de hacer bien sólo una vez al año.
No es fácil extender entre la población esa verdad que condena al Gobierno; es decir, la mentira por la mentira. Lo mismo miente el ‘vicepandemias’ segundo que la ministra de Hacienda, el presidente del Gobierno o la mismísima Nadia Calviño. No se sorprendan porque Calviño empieza a ser especialista en mentir o, si lo prefieren, en tergiversar la verdad. Para eso tenemos los eufemismos; estos me recuerdan a aquel conocido que había trabajado como enterrador en varios cementerios, pero en su currículum ponía “Gestor de últimos recursos poblacionales”. A ver por dónde sale Calviño con sus mentiras sobre los proyectos enviados a Bruselas. Ursula Von Der Leyen parece que no los encuentra: ni la reforma laboral, ni la fiscal ni la del empleo. Algo no cuadra. El dinero puede retrasarse ‘sine die’, excepto un pequeño porcentaje.
El Gobierno vuelve a mentir. Bruselas empieza a estar hasta el pico de la boina. No es cierto que no se permita bajar el IVA de la factura de la luz. Se escudan también en que no pueden hacer nada con la subida del 27% de la factura de la luz en plena ola de frío. Resulta que este Gobierno no puede, pero achacaba al de Rajoy que subiera un 8% en pleno invierno. Hablamos de hipocresía, falsedad y mediocridad. Los datos objetivos vuelven a dejar a la ministra de Hacienda con las posaderas al aire y enseñando la suciedad que le rodea. No es secreto decir que España tiene uno de los IVA más altos de la Unión Europea: Alemania el 19%; Italia el 10%; Portugal el 6%; el 5% tiene el Reino Unido… ¿Alguien ha sancionado a estos países por ello? Sin duda, tenemos el Gobierno menos informado y con menos preparación, pero también el más hipócrita y desvergonzado.
El afán recaudatorio del Gobierno español es insaciable. Necesita ese dinero del IVA porque planifica mal y gasta peor. Destina el dinero a sectores improductivos que jamás han aportado nada a las arcas del Estado y, sin embargo, no facilita la vida y la convivencia de la ciudadanía. ¿Creen que era necesario el IMV existiendo, como existían, parecidas figuras en las Comunidades Autónomas? Bien, pues, ahora miles de familias se han quedado sin lo uno y sin lo otro. ¿Era ese el ‘escudo social’ de plastilina? Ahora que están de moda los ERTE, con el tiempo sabremos lo mal que se han gestionado y el daño infligido a miles de familias. “El culpable no sólo es un hombre malo, sino un mal calculador”, en palabras de Concepción Arenal.
La mentira para cobrar impuestos es un atentado social y una negligencia más del Gobierno desnortado de comunistas y ‘sociatas’. Hoy no hablaremos de la otra negligencia de los 70.000 muertos. El 41% de la factura de la luz es por consumo, el resto son impuestos. Se bajó el impuesto del cine que no es de primera necesidad y no se puede bajar el de la electricidad que sí es casi vital. Eso sí, no me salgan por lo de la Cañada Real porque nunca entenderé el abandono de Manuela Carmena y de Más Madrid. ¿Acaso ha surgido ahora el problema?
Con la factura de la luz pusieron el grito en el cielo y en el infierno cuando estaban en la oposición. Hacían barato populismo e hipocresía parecida a lo que debe ser la política. La luz es primera necesidad. No es ético que el Gobierno se lucre con los impuestos mientras destruye empleo, arruina el país y silencia a los medios no afines. Después de lo escuchado, a ver qué va a defender ‘Hundidas’ Podemos cuando pase a la oposición, si llega a obtener escaños. La facción socialista del Gobierno seguirá siendo el hazmerreír en España y en Europa, igual que ya lo es a diario.
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